17 abril, 2024

Pueblo ecuatoriano recibe un Rafaelazo

El pueblo fue engañado por la ilusión planteada mentirosamente, e ilusionado con el cuento de la Revolución del Siglo XXI. Lo que consiguió es una argolla que repartió gabinetes y secretarías ministeriales entre ineptos, inmorales y corruptos; algunos con incluso antecedentes judiciales y soterradas malas intenciones.

Cegados por ser sociópatas, envidiosos y prepotentes que consideraron que las arcas del tesoro nacional eran suyas y comenzaron a vivir como auténticos nuevos ricos y dilapidaron lo que hubo, la lotería que le tocó al país y lo que consiguieron en bases a préstamos de chulco y vendieron lo aún no existente.

Arruinados y en quiebra, en lugar de alentar la inversión y producción, optaron por amplificarse como un gobierno contra el pueblo trabajador y aplicar un brutal plan de ajuste y entrega al demonio por un sistema súper fracasado.

Sólo el humor negro puede llamar “ayuda” al empleo y trabajador al nefasto paquetazo que acaban de mandar.

Abreviaré los análisis pasando a sencillas puntualizaciones: ¿De qué manera ayuda al empleo el poder tomar un sabático de nueve meses posterior al permiso de lactancia? Para ello considere que la madre o el padre en un corto plazo posterior a cumplirse los tres meses debe manifestar su deseo de preferirlo, cuando esa opción lleva concatenada el que deja de percibir ingresos por dos meses, para luego obtener una pitanza por únicamente cinco mensualidades, las que ellos y los demás trabajadores han pre-pagado en mayor cuantía, pero recibirán sin otra cosa un porcentaje del mínimo vital y luego nanay por dos meses más. Año de cinco o seis meses, calculadas las mermas.

¡Ah, pero trabaja un remplazante! Substituto que es pagado por los que cogieron el tiempo libre, al cual aparte del costo de no percibir entradas se agrega el retraso en la práctica y mantener al interino en la zozobra de saber que se irá con mal viento.

Realmente lo que están haciendo es tomándose la plata del trabajador para usarla sin redituarle nada y seguir siendo miembro del Club UNASUR de altas pompas y baja calaña.

Lo de las dieciséis horas… Es igual que escribir una carta a Papá Noel.

Mal sirviente escogimos los ecuatorianos. Ya que sólo eso es: un “servidor” público. La población les paga para que desempeñen una función y no para que se mantengan abusivamente y les den ingresos a los vagos de la familia.

A los ecuatorianos nos está pasando algo que sucede mucho con los ancianos o incapacitados, nos han supeditado a la esclavitud mental, esa que nos hace vivir determinados y programados, en donde es común ver personas arrastrando su existencia o resumido en una sola frase: “viviendo vidas que no han decidido”.

La esclavitud es una práctica abolida en todos los países del mundo, al menos en la teoría, la que es física nos quita la libertad de movernos, la esclavitud mental nos quita la capacidad de elegir y casi como sonámbulos, todos vamos tras lo que es «normal». Pagará caro aquél que se niegue a seguir el ritmo del látigo que marca la imagen, el estatus, el éxito o la sobrevivencia ¡Eres un loco!

Hoy el pánico está tan instalado en nuestras vidas por el mercadeo del terror forzado por unos con comportamiento “borreguil”, quienes se alquilan al mejor postor; empero, tienen menos inteligencia que el pasto en el que defecan los útiles bóvidos.

Es un desafío, una provocación, a los cientos de miles de ecuatorianos que les quieren prohibir incluso protestar contra la pésima gestión y contra las irregularidades cometidas, a ese derecho constitucional lo denominan “golpismo que amenaza la voluntad expresada por el pueblo en las urnas”.

Otra es la realidad: “¡Es el pueblo recuperando su país!” Es el pueblo que es a continuación abofeteado con el desvariado anuncio de que para yapa se aplicarán más impuestos, otros serán aumentados, y el contrabando auspiciado.

«Adieu tristesse/Bonjour tristesse…»

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Es curioso: tengo la piel clarita, ojos verdes y nací, vivo y moriré en Guayaquil. Cuando camino por las calles del centro, nadie me mira con cara de bicho raro o de extranjera por los ojitos claros.

Yo me consideraba una auténtica guayaquileña con mi tipo. Es más, me sigo considerando una auténtica guayaquileña, a pesar del “tipo”.

Particularmente voté por la vicealcaldesa; por lo tanto, a mí sí me representa; y no solo a mí, sino a la gran mayoría de guayaquileñas que también votaron por ella, pues por alguna ‘no extraña’ razón el Consejo Nacional Electoral la ubicó como la concejala más votada de las últimas elecciones.

1 comentario

  1. Sr. Kure, hágame comprender esto. Si el megabloque de los verdes revolucionarios, con un comportamiento «borreguil» como usted los llama, es de 100 asambleistas, porque en esta última ley (rafaelazo-paquetazo)aprobada, solo la aprobaron 85? Que pasó con los otros asambleístas? Recuerdo, que otra aprobada ley, aterior, el asambleísta Bustamante del magabloque de los verdes, se abstuvo de votar, no obstante que la ley se aprobó con los 99, pero por el hecho de ser él(Bustamante, se hizo un escándalo, claro al interior del movimiento verde, que hasta lo sancionaron con la suspensión de sus funciones en la Asamblea. Como Ahora son 15 los que no votaron a favor de la moción(orden) presidencial, y no ha pasado nada, es que le pido que en su próximo comentario, dedíquelo a comentar a manera de ilustración, esta inquietud, que a lo mejor no la comprendo o debo estar desinformado. Gracias.

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