Las protestas del 5.13 han culminado y nos deja como lección que la historia tiene el afán de repetirse en nuestro país. Son los mismos acontecimientos de movilizaciones y convulsión social que no son nuevos y desde luego no serán los últimos. En medio de estas calamidades cayeron Abdala Bucaram, el 5 de Febrero de 1997; Jamil Mahuad, el 21 de Enero del 2000 y Lucio Gutiérrez, el 20 de Abril del 2005. Ante la caída de estos poderosos la marcha democrática nacional continúo, vinieron otros con la suerte de salvarnos sin embargo perecieron en el olvido.
Es una tragedia ver de nuevo este enfrentamiento entre ecuatorianos, motivado por radicales puntos de vista. La política es odio y descabezar al otro. Las leyes están escritas que auspician espacios para la rebeldía y la protesta, sin embargo a la voz de “conspiración” y “conspiradores” los protestantes fueron reprimidos. Los mismos forajidos del 2005 ahora persiguiendo a quienes siguen gritando por lo mismo que gritaban contra Lucio.
La marcha del 5.13 (jueves 13 de Agosto) tiene el mensaje de la obligatoriedad que tiene el Presidente Correa de tranquilizar al país. Al inició de su gestión todos los que hoy protestan estaban unidos a él y creían en su mensaje. En el camino Correa ha venido perdiendo apoyo y a quienes creían derrotados le están demostrando estar vivitos y moviditos. No los destruyó. Los ha dividido, perseguido, desprestigiado ahora se levantaron y le demostraron que ellos están defendiendo el espacio de representación que tienen y desean sea mantenido y respetado. Así es nuestro país y así es nuestra cultura democrática. Esta izquierda revolucionaria que está en el poder ahora, auspició en su momento como el invento social más grande del último siglo, el levantamiento indígena, ahora indignados los indígenas son calificados de “golpistas” , atrasados y otros enredos más. Es evidente que las situaciones políticas se le han ido de las manos al Presidente Correa y eso es lo que estamos viendo.
Hago un llamado al Sr. Presidente Correa ha entender que vea bien los acontecimientos que se están sucediendo en el país. Y que seguirán sucediendo porque estas convulsiones no paran ni con represión ni arrastres. Los humanos tenemos el conflicto de creer que podemos dominar y controlar los sucesos por los que atravesamos y eso no es tan cierto ni verdadero. A veces la historia nos condena a repetirla con cada vez brutales consecuencias. Ejercer autoridad es escuchar al otro, entenderlo e invitarlo a que exprese sus temores y pensamientos, por más que se consideré que no tienen la razón, Aquí usted debe darse cuenta que toda la verdad no la posee usted porque sino los manifestantes se hubieran quedado en casa y ya ve usted que eso no ha sucedido. Avanzaron caminando, llegaron, explosionó la cosa y ahora estamos en las consecuencias.
Este es un periodo de transición, entre lo que fue su gobierno con la bonanza y todo lo que es ahora: un gobierno con debilidad económica al que urge austeridad y mediación política. Ya tiene usted nueve años en el poder y eso desgasta, por más que la publicidad diga que todo es bello y estamos viviendo un paraíso. El poder carcome la popularidad y usted ya no es tan popular como antes, está sufriendo deterioro porque no todo en el ejercicio del mando ha sido color de rosa. Si tomamos el 13 de Agosto es un desgaste violento. Da la impresión que allí en su gobierno hay funcionarios que deciden por usted y eso causa conflictos.
Dicen que en la puerta del horno se quema el pan. Este pan son sus palabras que no deben quemar al país. Todo esto está feo; no se confíe de esas obediencias supremas, nunca han funcionado del todo. Exhibir arrastrado al Sr. Quispe no fue un espectáculo digno, es algo grotesco. Pero aquí la política es feroz, de parte y parte.
Debe ser la primera vez que concuerdo con Ud. Fue horrible ver a ese heroico dirigente indígena humillado y arrastrado. Tal parece que el Dr. Correa afecciona ver a sus contrincantes pisoteados, deshonrados. La venganza no se hará esperar. Y será tan o más violenta. Él y sus amigos, se lo habrán buscado. Los naipes están echados. Los que tenía Correa bajo su manga, ya están trillados. Los genios que inventaron el levantamiento indígenas deben estar mordiéndose los dedos. El señor Correa ya es el pasado. Es un cadáver político, para parafrasearlo a él mismo. Diálogo no habrá. Habrá palos, y él como buen desequilibrado se lo habrá ganado. Triste fin.
Referente a las opiniones emitidas, yo creo firmemente que en cada una de ellas en parte hay veracidad, pero no olvidemos que todo depende del punto de vista en que se lo mire.Particularmente creo que así como un día Dios puso al presidente Correa en el poder, de la misma manera lo derribará. Vale recalcar que Dios utilizó al pueblo para la elección del presidente, y el mismo pueblo será su verdugo.Pero todo es en el tiempo de Dios, el pueblo es el instrumento.