El habla castellana es increíblemente fértil en las distintas y variadas manifestaciones de su expresión. No muchos saben usarla, sin embargo, pero al hacerlo, solo los necios son prisioneros de su mal entender… Los sermones, discursos y homilías del Papa Francisco permitieron con su claridad, pertinencia y proyección intelectual traer a este presente dicha realidad. Su misión, y nadie puede dudarlo, aquí en Ecuador, fue exclusivamente pastoral… Algo así, como dar testimonio de la verdad de su fe a los fieles de la congregación que integran, y de la cual es cabeza principal. Lo que no significa dirigir la palabra a un hato de tontos útiles. Antes bien, para que esa fe cale más hondo, en la razón de ser de cada uno, nada de lo dicho quedó sin contrastar con su vivencia social.
Por eso en el discurso de agradecimiento a su llegada a Quito, dijo, con mucha coherencia, al saludarlo Correa, que, en lo que escuchó de éste, “había consonancias con su pensamiento…”. O sea, sus palabras suenan como las de mi pensamiento… Pero en ningún momento dijo sus palabras son iguales, significan lo mismo que las mías, pensamos igual… No, porque las palabras pueden sonar igual, pero no significar lo mismo, eso es la consonancia. Por ejemplo, entre mandatario y proletario la consonancia está clara, pero su significado es contrario, el primero es un funcionario mandado y el segundo es su mandante; entre democracia y cleptocracia nadie niega que hay consonancia, pero también son muy opuestas y sin reconciliación, la primera define un gobierno de libertades y la segunda, un gobierno de impunidad y ladrones… En resumen… SUS PALABRAS SUENAN COMO LAS DE MI PENSAMIENTO PERO SON AJENAS A LA CONCEPCIÓN DE MIS IDEAS…
Y, como estocada de remate, insistió “usted presidente, me ha citado mucho…”. Difícilmente más exactitud. Para Francisco, la abundancia de citas sobre su pensamiento, solo era una grosera forma de hacer creer, al auditorio, que la política gubernamental no iba más allá de los valores cristianos planteados por el Papa. Que solo los refleja. Un poco más y el Papa resulta el teórico del socialismo del siglo XXI, con todo el bagaje fascista que arrastra… Y que, por tanto, su hacer político era justo. ¡Una politiquería de cantina sin pié ni cabeza! A PARTIR DE AQUÍ, LITERAL Y EN CONTUNDENCIA, LAS DIFERENCIAS…SOLO DIFERENCIAS…
- Para el Papa es vital la necesidad de tomar conciencia, en tanto nuestra relación con los otros… Y buscar permanentemente la empatía. Por eso “Todos nos equivocamos en la vida. Reconozcamos nuestros errores y pidamos perdón”.
- Aludiendo a la libertad y recordando la lucha, en Latinoamérica, por obtenerla hace 200 años aclaró que “no le faltó convicción ni fuerza…Pero la historia nos cuenta que sólo fue contundente cuando dejó de lado los personalismos, el afán de liderazgos únicos…”.
- Viviendo, tal cual sucede, en medio de la miseria y el desprecio, hay que “Luchar por la inclusión a todos los niveles, evitando egoísmo, promoviendo el diálogo”, “Hay que confiar el corazón al compañero de camino sin recelo, sin desconfianza,”
- Para el Papa la gracia no es ajena a los derechos libertarios, que incluyen justicia y bienestar, teniendo que sobrevivir en un mundo de indefensión social. “No podemos hacernos los distraídos cuando la realidad nos sobrepasa, nuestra tarea-respuesta es aceptar la gracia y la tarea de la libertad”.
- El pensamiento único en una sociedad contradice la realidad de un estado plurinacional e intercultural, negando la presencia de lo distinto en los otros. “Reunidos alrededor de Jesús – recuerda por eso el Papa-, somos un grito, un clamor nacido de su presencia que nos impulsa a la unidad . Pero la unión que pide Jesús no es uniformidad porque eso es más cercano a las dictaduras”.
- Dando testimonio a favor de quienes luchan por defender la ecología para el bienestar social, el Papa advierte que “una ecología integral…de íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta… requiere apertura hacia categorías que trascienden el lenguaje de las matemáticas o de la biología y nos conectan con la esencia de lo humano”.
Esta síntesis, de alguna manera, pone a la luz las grandes diferencias, diferencias abismales, entre la vivificación hoy del evangelio de ayer y la ofuscada, torpe y aventurera “ideología” del engaño socio político, para encaramarse en el poder, y manipular en su favor una deprimente borregocracia. Para el diario francés Le Monde, “Correa ha hecho de la visita del papa un asunto personal con una estrategia mediática exasperante (con un gasto de 15 millones de dólares (¿?) que no se compadece con la realidad económica del Ecuador)”.
Es reduccionismo tratar de ajustar las palabras del Papa a favor de uno u otro político, o una u otra postura política. Fácil es por otro lado hacerlo, de hecho el autor del artículo justifica su interpretación de dichas palabras cerrando con un sustantivo decidor sobre su propia postura política: LA BORREGOCRACIA.
Los mensajes del jefe de la iglesia en cualquier instante, como el mismo Papa dice, tienen que ser analizados en contexto y al calor de la hermenéutica. Los métodos de interpretación superando obstáculos respecto de la diferencia de pensamientos entre quienes leen o escriben dichas palabras son complicados pero no imposibles. La iglesia y su doctrina son verdad y mensaje para todos y en todos los tiempos; se dirían que absolutos, sí… pero no. Sí, porque la obediencia proclamada de Fe asiste a los católicos; y no, porque hay mensajes ex cathedra del papado, la libertad existe y es sempiterna, y porque el hombre es una combinación de lucidez e imperfección animal. Un ejemplo, a Monseñor Romero un sector de la jerarquía eclesial le dio las espaldas cuando en vida; sectores de la iglesia preocupados por la opción preferencial por los pobres en ese entonces (y ahora también lamentablemente) fueron estigmatizados junto con Monseñor Romero de “COMUNISTAS”. Hace poco, a 35 años de su asesinato, el Papa Francisco beatificó a Monseñor Romero.
Si la correcta interpretación del Concilio Vaticano Segundo y de las homilías de sacerdotes como Monseñor Romero se hubiera dado, especialmente por parte de quienes detentaban jerarquías eclesiales, posiciones de poder político y de los llamados hacedores de opinión, los asesinatos de Romero y otros mártires de la iglesia no se hubieran dado.
Celebro que el señor Arteaga toque aunque sea “de refilón” a Laudato Sí, encíclica que no es sólo sobre el ambiente. “Rememos” en la misma dirección, aceptando que nuestra Fe es cuestionada por documentos como éste, especialmente donde más nos duele (el bolsillo, por ejemplo)y que la inequidad social debe ser superada no desde la caridad o la beneficencia, sino desde las políticas públicas racionales y apegadas a la reivindicación de derechos de los olvidados de siempre; es el atajo lógico, después de todo se necesita mucho dinero.
Pero, hacia dónde remar? bueno, otros ejemplos: hoy, las llamadas despectivamente «PEROLES» en Guayaquil y el país, tienen que ser remuneradas legalmente con mínimos establecidos y coberturas de seguridad social; hoy, las empresas son obligadas mediante ley a incorporar a personas discapacitados a su rol de empleados; hoy, el reconocimiento constitucional de los derechos de la naturaleza (el agua, por ejemplo, en la línea con Laudato Sí) se va instrumentalizando con leyes; hoy, las oportunidades de educación de calidad para estudiantes de sectores pobres (impensados hace unos años que algunos de ellos puedan ir a las mejores universidades de los EEUU, Europa, etc.) se va dando desde un financiamiento agresivo en educación, etc.
Rema y rema… que el Norte no lo dan efímeros líderes, lo dan las enseñanzas válidas para todos y en todos los tiempos.
Saludos desde New York,
-Wilson Suáres