24 abril, 2024

Crisis Mundial de Valores Incertidumbre – Ansiedad

“Uno de los signos de los tiempos es la indiferencia por el mañana. Nadie sabe en qué consistirá mañana la vida. Esta incertidumbre perpetua agota los nervios, al punto en que no encontramos nada que valga la pena.  Ante esto, (en tiempos modernos) Chaplin nos dice que no desesperemos, ya que aunque haya que andar por esos caminos, vale la pena hacerlo si son dos los que andan.” 

Carl Theodor Dreyer

“Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.” Eduardo Galeano

“Las transiciones son siempre inciertas y peligrosas.” Bernard Werber

“Vivimos tiempos de incertidumbre en el valle y cuando las nuevas fórmulas fallan se recurre a las antiguas.” Dolores Redondo

Vivimos en un mundo afectado por profundos y acelerados cambios en todos los campos y de signos positivos y negativos. Todos estos procesos nos generan incertidumbre y ansiedad.

Si dejamos a un lado, en esta ocasión, los graves problemas de la naturaleza y el cambio climático, y nos concentramos en los que ocasionamos los seres humanos, tenemos en todos los continentes situaciones críticas, en los países y en los seres humanos.

Millones de refugiados huyendo de sus países de origen, luchando por sobrevivir, con millones de niños desprotegidos, que no tienen futuro. La incertidumbre y la ansiedad, sumadas a la inseguridad, los sumen en unas vidas grises y desesperadas.

Si revisamos en este breve resumen los daños ocasionados por los políticos, los terroristas, los fundamentalistas, los radicales, los anárquicos y para resumir, los incapaces, vemos cómo desde Europa, partiendo de Grecia, Ucrania y otros, pasamos a las Américas con Venezuela y los países con gobiernos socialistas del siglo XXI, las crisis de seguridad en todos los campos, incluidos los gigantes como USA con sus conflictos raciales y asesinatos; Brasil, México, Argentina, Colombia, con los problemas de corrupción, guerrilla, narcotráfico y descomposición social, etc.; cada uno con sus propias variables, que son similares y peores en África, el continente negro, donde se visualiza una oscura y negra situación similar en algunos casos a ciertos países asiáticos.

Podemos concluir que el planeta, más que por la naturaleza, está sumido en la incertidumbre, la ansiedad y la inseguridad por los actos del hombre, que no solo destruye la naturaleza sino que también destruye la vida de muchos seres humanos.  Vemos con tristeza cómo la juventud, que en las redes de la moda “YOLO” (You Only Live Once, Sólo vives una vez), que se extiende por el mundo occidental y que consiste en tratar de vivir el momento en el marco de una filosofía hedonista, placer, droga, satisfacciones, vivir el presente, sin pensar en mirar el futuro. Lo que significa que han perdido la fe en mejores días y con ello frenan y destruyen su futuro, el de sus familias y el de sus países.

Mientras muchos piensan y viven asi en occidente, en el mundo islámico fundamentalista se radicaliza la actitud de los jóvenes en sacrificar sus vidas, esclavizar aún más a la mujer, matar a los que son y/o piensan diferente, sembrando más y más incertidumbre, ansiedad e inseguridad, que está llevando al mundo a  nuevas confrontaciones globales y al renacer de la guerra fría encabezada por Rusia.

Las nuevas tecnologías no están funcionando en el lado positivo como debería ser, al parecer se inclinan a propagar el mal y multiplicar incertidumbre, ansiedad e inseguridad.

Algo estamos haciendo mal comenzando con la educación, que por las reformas en muchos países eliminaron algunas materias que inculcan valores: educación cívica, moral, ética y otras. Así tenemos nuevas generaciones que adquieren y forman sus valores en modas de las redes sociales como el “YOLO” por las frustraciones que generan la crisis económica con la falta de empleos y futuro.

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De la mala educación

Decía Bernard Shaw que todos tenemos una hora diaria de idiotez y que no sobrepasarse de ese tope era una demostración de sabiduría. Se creía también que todos nacemos ignorantes y vulgares por igual ( en el real sentido de la expresión) y que el tiempo se encarga de modelarnos, mejorándonos o devastándonos.

Hoy se piensa, sin embargo, que unos nacemos para ser rubios o trigueños, débiles o fuertes, valerosos o cobardes , prudentes o desorbitados : la genética molecular y el campo del genoma humano hicieron su fantástica aparición. Y que a ello se deba que seres generosamente favorecidos por una educación sobresaliente en ciertas materias, no puedan evitar ser nulos en otras.

¡En vida hermano…!

Una de las características más comunes que suele observarse en quienes vivimos este siglo, para muchos individualista y deshumanizado, es aquella de ser “mezquinos con el elogio” entre seres humanos. Nos cuesta realmente aceptar lo bueno del otro y decírselo… ¿por qué?. El egocentrismo gana adeptos cada día. ¿Cuándo fue la última vez que le dijo a alguien… “te admiro”?, “reconozco en ti estas cualidades”. ¿Recuerde si recientemente ha sido capaz de abrazar a su madre, a su esposa o a sus hijos y expresar un sincero “gracias”?.

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