Guatemala: ¡Viva la corrupción!

Aunque difícilmente  algún país de Latinoamérica  se escapa de haber sufrido gobiernos autoritarios, al parecer Guatemala está entre los más sindicados. Podría decirse, sin chance a retractarse,  que este país  tan rico en la vida  de prosperidad, precolombina, por la  gestión  societaria maya quiché, no ha tenido descanso en su lucha  por la  equidad social, la libertad y la justicia, luego de su independencia  y formación  republicana. Son cerca de 200 años  de la dependencia  de unas pocas familias a los intereses de  las finanzas multinacionales  de otras pocas empresas,  vinculadas a la crema y nata del poder político de los Estados Unidos.

Pocas familias y pocas empresas  que, para desdicha de sus pueblos, han manipulado  la libertad y la justicia guatemalteca.  Un solo ejemplo  confirma, en la realidad y en la historia, lo indicado.  La existencia  de la United  Fruit Co.  que durante más de 60 años  mantuvo, en propiedad, hasta su desaparición en la década del 70, más del 50%  de las tierras cultivables de Guatemala. Todo  al ritmo del “Gran Garrote” de Teddy Roosevelt  primero y, luego,  de la  persecución  Macarthista . Alguien, sin embargo, podría decir y con razón,  esto  es pasado. Qué tal si mejor es no mirar atrás…

Sí. Pero tampoco puede dejarse a Guatemala sin historia… Y sobre todo sin la historia que  informa de las masacres continuas  contra los nativos guatemaltecos. ¿O es que puede olvidarse, fácilmente, que durante toda la república (con  cortas excepciones  en los gobiernos  de José Arévalo y Jacobo Arbenz ) y, hasta hoy,  el indio nacido en esta bella tierra  sigue naciendo marcado  por la miseria y la injusticia? ¿No es que so pretexto  de  proyectar un gobierno liberal, desde 1871,  para  el desarrollo industrial y comercial  los indígenas fueron despojados de sus tierras  y obligados a entregar su fuerza de trabajo  a precio de “gallina con peste”, a los mismos liberales salvadores?  ¿Y el Reglamento de jornaleros, creado por Rufino Barrios  en 1977,  en que prácticamente  cada  campesino  era aceptado como propiedad,  al convenir ser trabajador de un finquero o latifundista?

Sin la corrupción  a toda máquina, una verdadera institución  nacional,   de  la gran mayoría de los gobiernos de Guatemala  y en gran mayoría militares, casi siempre por golpe de Estado de fusiles o electoral, hubiera sido imposible  la sinrazón de la crueldad, de plena miseria social,  en que ha  subsistido  más del 80% de la población, con dedicatoria a los pueblos originarios de la ruralidad. Con el general Ríos Montt, por ejemplo,  recrudeció  la persecución  a líderes campesinos nativos, y  éste fue condenado a  20 años  de prisión por genocidio  y crímenes de lesa humanidad. ¿Por fin  la luz de la justicia? Pero bastó un plumazo de un buen juez  que negó la validez del juicio y recibió, con mucha rapidez,  la absolución de sus crímenes. Viva la corrupción!

Ahora, historia aunque aun en vigencia,  el actual Vicepresidente electo  por el Congreso, Maldonado Aguirre,  de la terna enviada por  el presidente Pérez Molina,  fue cuando magistrado de la Corte, un apoyo incondicional  de la anulación de la sentencia  contra Ríos Montt.  Última carta política de Pérez Molina  a favor de su permanencia en el poder. Las dos  ternas anteriores , con las que pretendía  ayudar a tapar  las  corruptelas  de lavado  y atraco a los fondos públicos de  la Vicepresidente  renunciante, Roxana Baldetti,  eran demasiado obvias en su manipulación y  fueron negadas por el Congreso.

Está claro, hasta para el menos entendido,  que  Pérez Molina y Roxana Baldetti, ambos mandatarios del mismo  Partido Patriota, de factura  típica clientelista,  son parte  principal de la misma corrupción  económica y política que, cuando candidatos,  denunciaron  y ofrecieron combatir… Razón de más  para que el pueblo  siga en las calles  exigiendo la renuncia  y enjuiciamiento también de Pérez Molina. En este idéntico sentido, y en un contexto de profunda honestidad,  Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz  exige la inmediata renuncia  del presidente guatemalteco por ser “el máximo responsable  de la corrupción  y del enriquecimiento ilícito que asola el país”. Pues, insiste la dirigente descendiente de los maya-quiché, “ESTO ES UNA MAFIA  CORPORATIVA  CON LA COMPLICIDAD DEL PRESIDENTE PÉREZ MOLINA”