19 abril, 2024

Gerontofilia

Quién no ha escuchado aquella afamada canción de José José titulada “40 y 20”? Hoy resulta que esa diferencia de edad va más allá de lo romántico e inclusive algunos la consideran una enfermedad llamada gerontofilia. La palabra proviene del griego geron (anciano) y philie (amor), y se dice que consiste en la búsqueda de una pareja sexual mucho mayor de su edad.

La gerontofilia está clasificada dentro de las parafilias y se refiere a comportamientos sexuales diferentes de los normales. Tiene dos variantes: alfamegamia, que es la atracción por un hombre extremadamente mayor y la matronolagnia, la atracción hacia una mujer extremadamente mayor. Esta patología no esta socialmente aceptada en muchos países, pero en Europa tiene ya cierta aprobación. Sin embargo, nos preguntamos ¿cómo se llama la patología del muy mayor a quien le gusta la extremadamente joven? No hay respuesta concreta.

El verdadero problema está en el “doble sistema de valores sexuales”, uno para hombres y otro para mujeres; el hombre sí puede, la mujer no, pues si a una mujer joven le gusta un hombre 20 años mayor, ella es una enferma, pero si a ese mayor, le gusta una mujer 20 años más joven, él es el “Gran Cacao”, un “gran bacán”. ¿Discriminación en las patologías?. La WAS (Asociación Mundial de Sexología) no apoya estas discriminaciones y rechaza toda referencia a las perversiones.

No puedo estar de acuerdo con estas nuevas parafilias, pues a juicio de muchos, esa atracción a las personas mayores puede provenir de la admiración, de su inteligencia, de su calma y experiencia, que con frencuencia le son ajenas a nuestros contemporáneos. Se dice también que la mujer madura más rápido que el hombre y que la nieve en el cabello es solo producto de la experiencia. Más allá de la edad cronológica, muchas veces ni el uno ni la otra han logrado la madurez esperada y enfrentamos los problemas de siempre. ¿Será patología o un invento más de los expertos?

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Espectro Radioeléctrico

La Ley Reformatoria a la Ley Especial de Telecomunicaciones ha generado gran preocupación en el sector que recibe jugosas utilidades. Dice el proyecto que “en el caso de los trabajadores vinculados a empresas que mantengan contratos con el Estado, mediante los cuales se les delegue la prestación de servicios de telecomunicaciones y para tal efecto utilicen espectro radioeléctrico, recibirán el 3 % del porcentaje de utilidades y el 12 % restante será pagado al Estado, que lo destinará a proyectos de inversión social y de desarrollo de las telecomunicaciones”.

La exposición de motivos para el cambio a la normativa es clara: “ajustar el actual marco jurídico entre las empresas que prestan servicio por delegación en los sectores estratégicos, acorde con las disposiciones de la Constitución de la República del Ecuador”. Particularmente, en lo que respecta a las utilidades de los trabajadores, dice la carta fundamental en el artículo 328 que la ley fijará los límites de esa participación en las empresas de explotación de recursos no renovables y que en las empresas en las cuales el Estado tenga participación mayoritaria, no habrá pago de utilidades. Eso es lo que está haciendo el proyecto, estableciendo límites.

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