16 abril, 2024

El Mercader de Carondelet

A las cinco horas se debía tomar el bus para el paseo a la costa, la noche anterior todo estaba listo y el esencial común denominador colocado encima del bulto.

Antes de franquear el umbral de la puerta de casa ya la Chinita le “chateaba” a Gabriela el acontecimiento. La Chinita era famosa porque podía chatear a una velocidad impresionante, de hecho ya estaba a sus 18 con una tutuma de sólo tener la cabeza agachada.

Entre la familia y el resto de pasajeros nadie se miró, ni observaron los bellos Ceibos del camino; todo era ticli-tacli. Esto continuó en la playa, almuerzo y retorno.

Esta intelectualidad, aparte de su inherente grosería, resulta presa fácil de los demagogos y titiriteros; por ella triunfan los flacos Goebles alemanes e igualmente los “zapos” criollos.

Por supuesto nadie del culto público había leído la obra de Shakespeare: El Mercader de Venecia; Elegía a la muerte de Atahualpa, atribuida a Jacinto Collahuazo; Los que se van… Y ni que decir libros de Moral, Cívica o Filosofía.

Ni que decir de las noticias de Rafael Correa en la China, hundiendo con préstamos nunca vistos y con condiciones atrabiliarias “porque la obra pública debe seguir” y su Ministro feliz de quitarles el incremento correspondiente a los empleados públicos.

Los borregos de la comitiva balaban como un solo sonido a la seña de la batuta, sin saber que aplaudían; pero felices de ejercer en lo que no saben ni entienden y menos todavía preguntan.

Por ahí se hablaba de “tres mil años de cristianismo”, cifra que resultaba únicamente por la costumbre del sobreprecio.

Claro que habían “majaderos e improperios, improperios” al que les recordaba o inquiría que se había hecho referente al trato de perro sarnoso que se les daba a algunos trabajadores ecuatorianos.

Hoy sabemos que se podrán importar menos vehículos, no obstante los repuestos necesarios para mantener funcionando a los demás pagarán más tributos. Claro que hay una alternativa: Ir como Armando, un poco a pie y el resto caminando ¡Sin embargo al calzado le han recargado tanto la “protección” que pocas personas pueden usarlos!

¿Alicientes a la inversión extranjera? Si ya de entrada tienen un impuesto del 5% a la salida de capitales; además de que los tranquiliza la no retroactividad de la Ley y su vigencia.

Ya la “palabra de gallero” ha sido canjeada por “genio e interés del sátrapa,” según él se cree.
Más vergonzosas son las peleas que entre personas de las mismas tendencias originan.

La única causa tiene que ser rescatar a la República del Ecuador y darles una mejor calidad de vida a los habitantes.

El honor prohíbe acciones que la ley tolera.
Séneca

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