29 marzo, 2024

El miedo

Las personas actúan por diversas razones. Amor, ambición, codicia, buenas intenciones y otras motivaciones.

Sin embargo, uno de los móviles más fuertes de la conducta humana es el miedo. Este es una desagradable sensación subjetiva que se experimenta por causas externas e internas. Es un estado de descontrol que se acompaña de angustia y causa una serie de síntomas como taquicardia, palidez generalizada, sequedad de las mucosas de la cavidad bucal y puede acompañarse de desmayos e inestabilidad motora transitoria.

Desde el punto de vista clínico, el miedo puede tener dos orígenes: externos e internos. El que se produce por causas externas se experimenta como una sensación de inquietud iniciada por un hecho real que lo produce y altera nuestra estabilidad emocional.

Siendo producido por una causa exterior, tiene una razón identificable como su origen y genera una actividad en la persona que lo padece.

Así por ejemplo, si un ladrón amenaza con robarnos y quitarnos la vida, el miedo unido a una ansiedad transitoria, hará que salgamos corriendo y salvemos nuestra vida.

Es decir, que el miedo cuando es producido por una causa externa e identificable, nos mantiene alerta y genera acciones encaminadas a preservar nuestra integridad.

El miedo externo nos hace actuar a nuestro favor respondiendo al medio ambiente.

Se lo puede controlar y superar mediante el razonamiento de su causa y la continua exposición a la circunstancia que lo produce.

Así por ejemplo, si tenemos miedo de volar en avión, el volar frecuentemente con la ayuda psicoterapéutica adecuada, hará que poco a poco el miedo se vaya disminuyendo hasta que desaparezca.

Esta técnica se llama desensibilización; funciona adecuadamente y disminuye los niveles de ansiedad que produce el miedo.

Por el contrario el miedo interior, no tiene causa razonable e identificable que lo explique y se lo experimenta como una sensación de extrema angustia, aprehensión y desasosiego.

Este desasosiego paraliza a la persona que lo tiene y lo hace incapaz de enfrentar su medio ambiente, por lo que en lugar de propiciar una acción positiva; la inhibe.

Esta extrema angustia paraliza a quien la padece. Este sentimiento se experimenta como un desasosiego incontrolable que inmoviliza a quién lo sufre.

Los miedos internos se experimentan como exabruptos de angustia patológica que inhabilitan al sujeto y deben ser tratados por un psiquiatra. En estos casos, lo primero que se debe buscar mediante técnicas apropiadas es la causa inconsciente o el trauma psicológico que produce este miedo. Generalmente este temor irracional está causado por impactos psicológicos anteriores a la actualidad.

La persona que sufre esto, los ha olvidado conscientemente pero los experimenta como actuales y reales a través de su subconsciente. Una vez que se encuentra la causa, se debe prescribir una medicación ansiolítica para disminuir el grave cuadro de ansiedad que experimenta el paciente y que es el responsable de bloquear a su existencia. Luego se debe iniciar una terapia encaminada a enfrentar adecuadamente las situaciones y mostrarle al paciente mejores alternativas para el manejo de su entorno.

Estos tratamientos son generalmente difíciles, por la premura del paciente en querer terminar rápidamente su problema. Sin embargo la perseverancia y la adecuada ayuda profesional, son las que harán que el tiempo y la terapia resuelvan la situación.

Hoy se cuenta con alternativas farmacológicas y psicoterapéuticas para ayudar a solucionar los miedos de las personas.

El grado máximo en intensidad del miedo es el ataque de pánico. Este grave padecimiento se sufre como una sensación de muerte que la experimenta quién lo padece. La persona siente que le falta el aire, que le va a dar un ataque cardíaco, un derrame cerebral o que se va a morir. Es tan intensa la sensación, que quién lo experimenta no puede controlarse y tiene que ser llevado de emergencia a una clínica.

En la misma lo examinan y le encuentran que todos sus sistemas están en buen estado. Le dicen que se trata de un grado máximo de ansiedad, por lo que inyectan un sedante y al cabo de unos minutos se resuelve el cuadro.

Lo importante de los ataques de pánico es detenerlos a tiempo. Si se han presentado en número menor de cuatro, con un adecuado tratamiento y seguimiento terapéutico, se pueden terminar. Pero si son repetitivos y se han vuelto incontrolables en número y frecuencia, es probable que se los pueda controlar; pero no curar.

Este es un problema médico, no psicológico. Debe ser tratado por un médico cirujano especialista en Psiquiatría y no por un psicólogo. Lo que se debe de hacer con un paciente ansioso cuya expresión máxima es el miedo, es hacerle una valoración neuropsiquiátrica, para determinar si el miedo es externo o interno y si es un ataque de pánico y en qué nivel lo tiene.

Se tiene que determinar la causa que lo produce; el tratamiento que se le debe dar y lo más importante, cuál será el pronóstico que tiene quién padece esta situación.

En la actualidad existen los recursos terapéuticos necesarios para resolver el problema. Un diagnóstico hecho a tiempo junto con un tratamiento clínicamente bien planificado, son las alternativas médicas que en la actualidad se pueden ofrecer para esta seria enfermedad.

Hay otro tipo de miedo que es el miedo social.

El mismo es experimentado por la población oprimida de cualquier país. Es una sensación de temor causada por el hecho de saber que la autoridad abusa por medio de la prepotencia y el autoritarismo. Es la convicción de saberse indefenso y sentirse vulnerable frente a un régimen que puede dañar o eliminar al ciudadano y no le garantiza ningún tipo de seguridad para su vida.

Es el conocimiento de saber que los derechos humanos de los habitantes pueden ser pisoteados y que los tratados internacionales a los que el país está suscrito, no serán respetados y serán violados a nombre de una falsa soberanía. En el momento en que sabemos que no tenemos garantías constitucionales, tendremos el miedo social.

Si nos inhibimos de expresar libremente lo que pensamos, por miedo a las consecuencias que tengamos, estaremos en una sociedad que será controlada dictatorialmente a base de la imposición y el miedo.

Este temor vuelve al ciudadano timorato, sumiso y cobarde. Lo convierte en un individuo que acepta dócilmente todo lo que le imponen. El miedo lo convierte en un esclavo; le quita su libertad.

Una sociedad miedosa es una sociedad sometida. El mayor miedo que se debe tener es el miedo a tener miedo, puesto que este es un azote solo comprendido por aquellos que padecieron el infierno de haberlo vivido.

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4 comentarios

  1. MUY INTERESANTE Y CIENTÍFICO ARTÍCULO CON EL ANÁLISIS DEL MIEDO QUE CONSIDERO DEBERÍAS ENVIARLO A UNO DE LOS MEDIOS ESCRITOS – EXPRESO, UNIVERSO – PARA PUBLICARLO Y ASÍ ALERTAR A NUESTRO PUEBLO A SACUDIRSE ESTE MIEDO ENFERMIZO QUE TIENEN POR CORREA Y SUS «LUGARTENIENTES» – LLÁMENSE SUBSECRETARIOS DE VARIOS MINISTERIOS QUE AMENAZAN CON MULTAS Y HASTA ENCARCELARNOS…..YA TENEMOS SACUDIRNOS Y TIRAR ABAJO ESTA DICTADURA QUE NOS TIENE APLASTADOS MIENTRAS ELLOS SE LLENAN LOS BOLSILLOS CON NUESTROS DINEROS….PARA MUESTRA SOLO UN BOTÓN…CASOS COFIEC…..Y BASTA.-

  2. Felicitaciones por el presente articulo, muy bueno q nos hace pensar q debemos eliminar el miedo para evitar enfermedades y enfrentar los problemas con valentia y desicion

  3. QUE CUANDO EL MIEDO A LOS DICTADORES SE ACABE, VAMOS A SER NUEVAMENTE LIBRES, O ESTOS ACABAN CON TODOS. POR ESO ME PARECE QUE ESTE MENSAJE TIENE QUE SER DIFUNDIDO EN EL PUEBLO QUE SE ENCUENTRA ARRINCONADO Y AHORA ENTIENDO QUE ES POR MIEDO. ALGUNOS DICEN QUE ES POR TEMOR A LAS REPRESALIAS QUE DESDE EL GOBIERNO SE TOMARIAN, YA QUE TIENEN TODO EL PODER, OLVIDANDOSE QUE EL PODER ES PARA AYUDAR Y NO PARA PERSEGUIR. MUY ILUSTRATIVO COMENTARIO DEL DR. PALACIOS.SIGA ADELANTE.

  4. Felicitaciones doctor
    Fuera del miedo patológico sólo debemos de temerle e Dios, cualquier hombre que tenga la capacidad de causar miedo hoy, sera susceptible de sentirlo mañana. Hay que saber enfrentar a los abusadores, de la forma en que se presenten
    Saludos

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