19 abril, 2024

Maternidad y Política

El pasado segundo domingo de mayo se celebró el día de la madre y a propósito de la conmemoración, el Diario Expreso de Guayaquil publicó un interesante reportaje de investigación titulado “Pocas madres ejercen la política”. En el artículo se pone al descubierto que únicamente “el 13,1% de las madres ocupadas con al menos un hijo trabajan para algún nivel de Gobierno”, precisando acertadamente que si para una mujer es complicado incursionar en la política, “para una mujer madre de familia es todavía más difícil”. Y no se equivoca, pues como dice un viejo refrán cubano: una cosa es con guitarra y otra con violín.

Si para una mujer es ya difícil acceder a un puesto de trabajo, para la madre lo es mucho más, pues no es lo mismo ser soltera que casada y con hijos, divorciadas y peor madre soltera (Jefas de hogar).

Para tratar de mermar esta aberrante discriminación a la mujer en cuanto al acceso al empleo, la Constitución de Montecristi, trajo consigo una loable cantidad de medidas afirmativas a favor de la no discriminación a la mujer en materia de empleo y ocupación, que si bien algunas ya se encontraban contempladas en la Constitución de 1998, la actual carta magna expandió dichas medidas de manera transversal, lo cual es sin lugar a dudas una acción meritoria y acorde a los derechos humanos.

Dice nuestra Constitución que el Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad. Lamentablemente, según nos muestran las estadísticas, las madres son un colectivo que se encuentra claramente identificadas en esa situación de disparidad.

Ahora, los principios, enunciados o directrices establecidos en la constitución, no son suficientes sin esa acción efectiva por parte de las autoridades al momento de elegir, regular o sancionar.

Por ello, es importante que autoridades tomen las medidas afirmativas necesarias para erradicar esta segregación a las madres y darles el lugar que se merecen a través de incentivos, cuotas o metas tanto en los ámbitos público como privado.

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