29 marzo, 2024

Responsabilidad social de la TV

La televisión en Ecuador y en casi todo el mundo es muy criticada por educadores y formadores, porque se la considera perjudicial para las audiencias, especialmente para niños y jóvenes. Se la acusa de difundir antivalores y modelos de conducta violentos, discriminatorios y sexistas.

Los que conocen medianamente el funcionamiento de los medios saben que su financiamiento proviene principalmente de la venta de publicidad, y que, aparentemente, esto obliga a los comunicadores a producir programas de bajo presupuesto y poco contenido. He dicho aparentemente porque esta “realidad” es tal, siempre que nos conformemos con una forma de ver y hacer el negocio de la tv, sin cuestionar nada. Esos índices de sintonía provienen del monopolio de elaboración de ratings en Ecuador de la empresa Ibope, que coloca doscientos cincuenta people meters en Quito, y misma cantidad en Guayaquil (solamente en las dos ciudades principales con una muestra que se acepta como representativa). Y con los datos de esos quinientos hogares se determina la inversión publicitaria del país. Estos people meters son dispositivos que se han colocado en hogares, seleccionados de acuerdo a una proporción de los niveles socioeconómicos de la población, que registran la edad de la/las persona/s que enciende el televisor y los canales que selecciona, minuto a minuto. Según indican los involucrados en este negocio, la población ecuatoriana, irremediablemente, elige programas de concurso o de variedades, superficiales, con chicas de poca ropa y poca reflexión, contenidos sensuales, periodismo sensacionalista, amarillista y comedias chabacanas (más menos). Explican estos expertos que no es su culpa, que ellos hacen lo que la población quiere. Y efectivamente los reportes de audiencias reflejan una preferencia mayoritaria por las telenovelas, especialmente las narconovelas, comedias de producción local de bajo costo, y concursos reality que incluyan chisme y rivalidad.

Yo me pregunto ¿dónde queda la responsabilidad de los medios con sus audiencias? ¿Será cierto que las audiencias ecuatorianas no recibirían bien productos con más contenidos? ¿No será acaso, que a través de los medios podemos educar a las audiencias, que podemos gastar un poco más y mejorar los contenidos con formatos exitosos y probar la capacidad de los televidentes? ¿Que la gente se acostumbra al tipo de televisión que tiene a su disposición? Me explicaban profesionales de la tv pública que viajaron a España a explorar posibilidades y que nuestros compatriotas migrantes les reclamaron porque todo lo que los medios ecuatorianos mandan a sus señales de cable son baratos, chabacanos y de mal gusto. Resulta que ya se acostumbraron a una mejor televisión y ya no les gusta la cosa chichera.

Por otro lado, la justificación de dar a las audiencias lo que quieren, y si quieren telebasura, eso hay que darles, no se sostiene. De lo contrario en una universidad o colegio, como los alumnos no quieren estudiar, no les enseñemos, cobremos a los papás y démosle a los chicos lo que quieren. O mejor aún, vendamos los títulos y así tenemos multitudes de jóvenes contentos con el producto.

La televisión sí puede ser un instrumento para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, para entretenerse y conocer cosas nuevas, informarse, difundir modelos de vida más justos, y positivos. Puede ayudar a grupos poblacionales a integrarse al resto del país, apoyar y enriquecer contenidos recibidos en el aula, mejorar la cultura general, conocer lugares y culturas del país y del mundo, comprender mejor la historia y cultura propias, proveer un servicio ciudadano con información útil.

Para lograrlo solo hace falta decisión, vocación, compromiso y misión social. Quisiera, a través de esta columna, invitar a todos los que hacen televisión y comunicación en general, a pensar mejor la televisión, a crear nuevos formatos que, haciendo uso de modelos probados, sirvan para la formación de los ciudadanos, que contribuyan a la formación e información de las familias y que generen más participación.

Yo presiento que esta irremediable realidad de la mala tv no es tal y terminará por cambiar conforme el mundo exige calidad, las empresas auspiciantes empiezan a trabajar en sus planes de responsabilidad social e identidad de marca y ya no quieren verse relacionadas con contenidos cuestionados. El mundo tiene que cambiar porque los que no soportan la cultura del consumismo y la destrucción del medio ambiente cada vez son más. La población empieza a conocer sus derechos, a informarse más y mejor. La presencia de medios públicos y contenidos educativos también está transformando a las audiencias. La necesidad de una sociedad más justa y solidaria se tendrá que reflejar en los contenidos y la calidad de los medios.

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No hay comentarios

  1. El salto cultural lo dicta el paso del tiempo y las generaciones. Los pueblos cultos no nacieron,ni se hicieron en un dos por tres porque alguien mando emisarios a explorar otras realidades y culturas por mas ancestrales que sean, ni madie va a ser mejor porque se haya investigado que significa el ser espanol, aleman, suizo, norteamericano o belga (lease primer mundismo). Mucho tiempo pudieramos pasar tratando de remediar y de investigar «la formula» que permita al 3er mundo, solo porque nos lo enseno la television, pasar a ser parte del primero, por desgracia «el tema» no es actual y por otra parte, bien lo dice, no es solo un asunto y problema de Ecuador, sino mundial! Desgraciadamente, Nos falta mucho para ser Suiza, pero acia alla iremos, solo hay que empujar!

  2. Felicitaciones por escribir algo tan necesario y que a nadie parece interesarle. Entiendo que la televisión es un negocio, pero hay mucha irresponsabilidad en quienes venden los programas y en las firmas que los auspician. Me da mucha pena decirlo, pero la televisión ecuatoriana es muy mala. Como Ud. dice la vulgaridad y la falta de valores priman. Sabemos de su influencia especialmente en jóvenes y niños, es hora de que haya menos mal gusto y conciencia en los que la manejan.

  3. Saludos. El contenido de su artículo es sumamente acertado, objetivo y veraz. La TV ecuatoriana debe tener un completo cambio, ya que sus programas son de muy baja calidad, superficiales, triviales, mal educados, poco instruidos, y en muchas ocasiones, una exaltación a la procacidad, a los trans – géneros, y otras ?variaciones?.
    Napoleón Sotomayor

  4. DEFINITIVAMENTE SOMOS EL TERCER MUNDO y se lo puede colegir solo de ponernos a observar o mirar el tpo de programas de TV ,EN LO PUBLICO Y PRIVADO! Pregunto, si antes de que podamos ser incluidos como del PRIMER MUNDO esta bien o mal que nuestro pueb

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