24 abril, 2024

Apuntes al casco central

El Centro de Guayaquil, el “downtown” en términos internacionales, arranca con la fundación misma de la Ciudad y, hasta ahora, continúa siendo su corazón. Histórico, religioso, administrativo, comercial, bancario, político, lúdico, etcétera.

El Casco Central es representación misma de lo que es Guayaquil y sus Guayaquileños, de sus costumbres e independencia de pensamiento, de palabra y de obra.

La calle y el sector tienden a rehabilitarse solos. Van perdiendo su función o su carácter circulatorio – vehicular- actividad. Los peatones se están apoderando de la calzada y, la autoridad acabará por transar con el hecho consumado –en parte ya lo hace-. Más aún, la misma Autoridad está haciendo trabajos y tareas que facilitan las actividades ciudadanas. Actividades que buscan o buscarán ser consagradas por el uso del espacio público y su apropiación.

Saskia Sassen ha postulado la idea de una calle global, “calle como espacio indeterminado e impreciso donde todos aquellos que no tienen voz ni poder pueden hacerse visibles”. La Regeneración Urbana del Casco Central es una mandante propia de la expresión de la Ciudad y, de cierta manera, la Municipalidad lo está haciendo, no sabemos con qué concepción urbana de totalidad. Estamos haciendo –y desde hace algún tiempo- acupuntura y recuperación del espacio público como lugar de la ciudadanía en acción. Sólo debemos tener cuidado de no banalizar las obras como tareas del “city marketing”. del sector central. Conocemos que se harán proyectos culturales como adición a lo existente: Municipio, Facultad de Artes (actual Gobernación), reutilización del edificio del Correo, hoteles, remodelación y restauración de las Iglesias del Sector, adoquinamiento y reutilización de aceras, tres nuevos edificios culturales, esculturas de tamaño natural, áreas de descanso, etcétera; todo esto rematado con el telón de fondo del Malecón 2000.

Las preguntas que nos hacemos son:

¿Está demarcada –aunque sea a priori- el Área central?

¿El Plan que se está aplicando en el Centro de la Ciudad contempla el rediseño de la circulación vehicular?

¿Existe un Plan Maestro de Políticas de Acción que abarque todas las actividades ciudadanas, y, que vuelva mucho más coherente el accionar de la Administración Local?

Nos atrevemos a responder nosotros mismos.

Sólo para tener una referencia geográfica quizás el Casco Central podría estar entre la Bahía y el Cerro, entre la calle Boyacá y el Malecón, encerrando las diferentes actuaciones municipales con una regulación muy creativa de la circulación vehicular, el afianzamiento y promoción de los estacionamientos. En el urbanismo de ciudades construidas no existen los errores del pasado; sólo las oportunidades del presente.

Creemos que existe un Plan Maestro para el desarrollo y ubicación geográfica de la obra nueva de Acción sobre la Ciudad, pero, también creemos, que esto debe difundirse y darlo a conocer a la ciudadanía.

El ser urbano debe ser parte de la adquisición del conocimiento sobre su Ciudad y la Autoridad debe permitirle el reparo mordaz, opositor, ingenuo o favorable del habitante. Curiosamente parece haberse adormecido la trasmisión del conocimiento ciudadano y, creemos que lo necesitamos más que nunca.

La grandeza no es el resultado de lo construido; sino el resultado de las dificultades que se superan para hacerlo.

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Sobre la participación de Guayaquil

Escribo éstas breves palabras, no solo para celebrar, admirar y agradecer la justa indignación, con las que, como verdadero guayaquileño Guillermo Arosemena, enfrenta y seguirá enfrentando la eterna actitud de algunos historiadores quiteños y otros, que tienden a minimizar la participación de Guayaquil en la gesta de la independencia del Ecuador que culminó en Pichincha el 24 de mayo de 1822.

Por mi parte, después de tantos años de sufrir tanta mezquindad, he llegado a la conclusión es inútil toda argumentación por que es intentarlo con oídos sordos y negados para todo lo que históricamente ocupan el lugar que ellos desean para su terruño. Lo que necesitan es leer documentos y escuchar voces, que no pueden ignorar so pena de aparecer como tales, que desde el fondo de nuestra historia, espeten a su magín verdades irrefutables.

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