16 abril, 2024

Adversidad

Hace poco me dijo mi esposo que sin los problemas que hemos vivido yo no hubiera escrito buena parte de mis artículos, o de mis libros. Es cierto. La adversidad no es en sí un obstáculo. La adversidad es la oportunidad de darnos cuenta que estamos aptos para vivir una vida que vale la pena.

Es eso que llega a tu vida para darle el toque del sabor, del color o del cambio. Lo que sucede es que somos cómodos y nos gusta llevar una vida simple, sin nada serio que afrontar. Levantarse, ir al trabajo, regresar, descansar, salir por ahí, viajar, comprar, pasar. Pasar por la vida y luego dejar la vida. Pero la vida quiere algo más. Nos pide esfuerzo, renuncia, sacrifico. No quiere ser tratada como si fuera cualquier cosa, entonces surgen los problemas, las complicaciones. Se mueve el piso, y la tierra en la que asentamos nuestros pies ya no es algo estable, tambalea.

Es el momento crucial en el que se piensa, hay que tomar decisiones. Pero no, en tiempo de cambios no hacer mudanza, solía decir un sacerdote amigo. Con razón, porque con las ideas desordenadas, la cabeza hecha un mapamundi, y los sentimientos desbocados, no se puede llegar a ningún puerto seguro. Es mejor esperar a que llegue la calma, la misma que llegará sin falta, una vez que pase la tormenta. Y no es que ahí nos daremos cuenta de que el problema no era tal o no era tanto. El problema es problema, solo que ya pasó y ahora buscamos las soluciones.

La adversidad es la tribulación de la vida. Y debemos saber que siempre llega, y mientras más, mejor, porque la vida se vuelve más intensa, con más sabor, con mejor color, con más ganas.

Amigo, favorable, bueno. Eso es lo de siempre. Hacerle frente a lo adverso, ahí está el mérito. Enfrentar, asimilar, y avanzar. De lo contrario, si quieres una vida insípida, te pierdes de disfrutar lo grato de vivir la paz después de sufrir la guerra, pero sobre todo el placer de saberte capaz, de ser desafiante y atravesar la tormenta.

Artículos relacionados

Ciudadelas Dormitorio

El desarrollo social, el progreso económico y el crecimiento poblacional son, entre otras, las causas que motivan el abultamiento urbano de una ciudad. Este proceso conlleva la extensión –vertical u horizontal- de la urbe y con ello todas las patologías que en su interior y su exterior se pueden agregar. Así nacen y se adicionan las ciudades dormitorio (para nuestro caso las llamaremos ciudadelas dormitorio).

Guayaquil, a parte de las zonas de invasión –que llamamos suburbios y que forman otro estrato de ciudadelas dormitorio-, tiene adiciones diarias y transitorias desde las vías Durán, Samborondón, Daule y a la Costa.

¿Las razones? Muchas y variadas; pero las principales son la búsqueda de privacidad, la calidad del vecindario, el encuentro con un nuevo estatus, las actividades sociales y comunitarias, una nueva forma de vida, la evolución de las comunicaciones y la tecnología, y, sobre todo, la seguridad (¿?).

El artículo 9

Desde mi espectro de educador me he negado permanentemente a decirle a la gente vote sí o vote no, pues me parece que es ofender la inteligencia de mis interlocutores, los cuales deben, tomar sus propias decisiones de manera argumentada y profundamente comprometida con la Ética personal, buscando sobre todo el bienestar de la gran mayoría de los ecuatorianos. Por tanto, procuro decirle… “lean la Constitución y entonces tomen la decisión que su conciencia les dicta con total libertad personal”.

Algunos me han dicho que esto no es muy realista habida cuenta de que se necesita haber llegado a niveles superiores a una lectura literal para poder comprender los alcances futuros de uno que otro artículo que el asambleísta nos plantea para nuestra decisión…

No hay comentarios

  1. Es un muy buen texto, que hace reflexionar muchísimo del estilo de vida que llevamos, sin metas, sin desafíos por enfrentar. La cultura en la que nos desenvolvemos nos ha hecho ser facilistas y muy cómodos. Pues sin retos nuestra vida es muy vacía.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×