28 marzo, 2024

No hay enemigo pequeño.

El verdadero demócrata valora el arte y la cuantía del debate, entiende sobre la
importancia de crear consensos, sueña con la posibilidad de construir, de unificar y no de
dividir, no teme a aceptar y respetar las diferencias, y hasta se fortalece en la imperiosa
necesidad de enfrentar con respeto a quienes lo cuestionan.

La excelencia en el ejercicio de la política, de quienes realmente comulgan con las
exigencias que demanda la práctica de la democracia y la trasparencia, crea verdaderos
ídolos y los diferencia de aquellos que la historia se encarga de deshonrar.
Los políticos que atentan contra los principios básicos de la democracia, aquellos que
consideran que lo más importante es simplemente llegar y conservar el poder, tarde
o temprano, se encontrarán indefensos ante el paredón de la historia, apuntados por
enemigos que cosecharon innecesariamente en el uso y abuso del poder, y que a la postre
deben aprender, que especialmente en la arena política no existe enemigo pequeño.

En el ejercicio del poder, los primeros enemigos van surgiendo del mismo entorno que
en su momento disfrutó del éxtasis que suele generar el poder mal entendido. De la
desviación a la trayectoria de un proyecto político prometedor en su momento, que es
desgranado y abandonado abruptamente por serviciales sumisos, que cambiando su piel
de cordero por la de lobo, aúllan amenazantes, sabiendo que pueden lastimar.

El gobierno de la revolución ciudadana, no ha sido inmune a este tipo de acciones
y menos aún a las deserciones. Pero seguramente el caso de mayor importancia y
relevancia, lo abandera un simple bachiller, que engañando a propios y extraños, conoce
perfectamente los entretelones más íntimos de los negocios, los contactos, las vías
utilizadas para las transacciones, las cuentas, los bancos, y en general los movimientos
financieros de la república en el exterior.

El señor Pedro Delgado, debe tener información que le resulte tan valiosa al gobierno
norteamericano, que tan rápido como convenció que regresaría al país al jefe de estado en
Ecuador, persuadió a las agencias norteamericanas que merecía su protección.

La recientemente ley firmada por el presidente Obama para contrarrestar la influencia
de Irán en Latinoamérica, ubica al señor Delgado, debido a su participación y liderazgo
en los negocios de Ecuador con Irán, dentro de un grupo de personajes sujetos de
investigación como ciudadano extranjero, cuyas acciones han asistido a Irán a evadir las
sanciones norteamericanas e internacionales. Esta ley, apunta a que el señor Delgado
no debería recibir protección, por el contrario, solamente ser motivo de sanciones al ser
considerado como enemigo de los intereses norteamericanos. Ya algunos ciudadanos
ecuatorianos conocen de sanciones estadounidenses por razones de muchísima menos
relevancia.

Pero, ¿que sabe el señor Delgado que no conocemos los comunes ciudadanos
ecuatorianos y puede resultar tan valiosa para los intereses norteamericanos?
Es una pregunta, cuya respuesta, difícilmente nos enteraremos a profundidad. Sin
embargo, dadas las circunstancias y el resguardo que está recibiendo el natural
ecuatoriano, la información que debe estar entregando debe trascender las razones
comunes por la que un simple ciudadano extranjero es acogido con tanta velocidad por
las estrictas y difíciles autoridades migratorias del país del norte.

La virulencia y excesos con la que se pretendió corregir el error de permitirle partir, así
como la de opacar la importancia de una pública y pomposa manifestación de apoyo a los
cuestionamientos que finalmente determinaron su caída, es indiscutiblemente la causa de
haber creado este pequeño gran enemigo. El tiempo nos dirá si su libertad en territorio
norteamericano es más importante que su deportación para aprehensión en territorio
ecuatoriano. Claro, este nos permitirá dejar de especular cuan pequeño realmente resultó
este cultivado enemigo.

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  1. Asi ciertamente lo ha sido. Nuestros pueblos, pobres e incultos, son siempre presa de las ofertas, de la imagen tan bien publicitada 24 horas al dia con cobertura Nacional. Los buenos gobiernos no deberian de necesitar de tanta publicidad. Sus obras y el recto apego a la Constitucion, deberian de ser su unico estandarte. Este gobierno, desgraciadamente cayo en el mismo abismo de los anteriores y en algunos casos los supero gracias a la astucia del Candidato Presidente. Cuanto me hubiese gustado, a este momento, hablar de las virtudes que crei por un momento, este movimiento podia tener. Cuanto desee que el Presidente nos hubiese llevado hacia el desarrollo de este hermoso Ecuador. A mi en lo personal, me mintio y vi a mi Patria involucrarse con paises y sistemas muy alejados de nuestras necesidades, vi a mi Pais ganar enemigos en un momento Internacional de historicas proporciones, cuando era el momento de ganar a esos amigos que historicamente se han identificado con nuestro desarrollo. La Historia sabra juzgar a este idolo de pura cal. Para mi solo me queda prohibido olvidar.

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