Sistema Económico Humano VS Salvaje

Quien miserable es en la plaza, miserable es en su casa – Anónimo-

Adam Smith dijo “El hombre tiene casi siempre necesidad de la ayuda de sus semejantes, pero la esperaría en vano sólo fiado en su benevolencia. No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero de lo que esperamos nuestra comida, sino de la consideración de su propio interés”.

Es importante reflexionar que si no es por la benevolencia, por qué más podría ser. ¿Qué busca el carnicero, cervecero, panadero, etc.? Porque lo que busquen es lo que hace que el sistema económico sea humano o salvaje.

Lo importante es la intención de la persona dentro del sistema. El sistema mas conveniente como herramienta para producir riqueza en un país como es el capitalismo, pero qué tipo de capitalismo tenemos depende de como actúa cada uno.

Si se lo hace por egoísmo; para acumular más a costa de lo que sea o por simple vanidad nos encontramos entonces con un capitalismo salvaje que no conduce a la humanidad ni al Ecuador a nada bueno. Mas bien lo lleva a más pobreza y desesperación.

Si el panadero lo hace por ser mejor, ganar más dinero para ayudar más. Entonces nos encontramos con un capitalismo humano que logrará terminar con el hambre en el mundo y con las injusticias. ¡A eso hay que apuntar!

Pero dos cosas han creado en el mundo actual que los países se hayan ido al otro extremo: el del socialismo. Medidas tomadas que tienen quebrado a Europa. Y peor aun cuando es un socialismo real, es ateo y atenta contra la dignidad humana como la libertad de escoger entre otras libertades coartadas. Este último sucede con mayor fuerza en países en vías de desarrollo por épocas.

Incluso para ir completando el razonamiento, Smith añade que “hay un rasgo importante en los hombres y que no se encuentra en ningún otro ser de la Creación: la tendencia a comerciar e intercambiar bienes”. Al vivir en sociedad necesitamos siempre la cooperación de millones de personas a las que nunca veremos ni conoceremos. Por ponerlo más gráfico, una persona no puede pretender conocer a todas las personas que su camisa necesitó para ser fabricada y, sin embargo, se ha beneficiado del trabajo de ellas.

Cada persona debe interesarse en ayudar y a su vez ser ayudados. Dame lo que yo quiero de ti y te daré lo que tú quieres de mí. Si hacemos esto tendremos gran abundancia con poco desperdicio y al menor costo. ¡Esto es cooperación! Pero cooperación eficiente. Y cuando basemos nuestro sistema económico capitalista en cooperación, en hacer las cosas para poder ganar más, pero para poder ayudar más entonces nos habremos superado como civilización.