"Rigoletto" y el pueblo Ecuatoriano

Me refiero a los hechos que están sucediéndose en el Ecuador y que avergüenzan a cualquier conglomerado humano que se estime. Lo sucedido en la última elección del presidente de la Asamblea Nacional no es otra cosa que una nueva edición corregida y aumentada de las ediciones anteriores vividas en este nuestro país, las que fueran protagonizadas por la llamada partidocracia y que hoy, una nueva partidocracia desarrolla con fuerza avasalladora, fuerza digna de mejores causas.

Las evidentes compras de conciencias se las hace sin ningún rubor, a vista y paciencia del país entero, solamente que en esta oportunidad ha costado más trabajo…(¿trabajo?)… ya que en la disputa no hay la mayoría de antes, solamente hay repartición de prebendas, como públicamente lo han reconocido los oficialistas al sublimar el cinismo, porque según ellos, “No hay nada de malo”; como aseveración de lo dicho, solo basta recordar a 3 asambleístas que se rasgaron las vestiduras diciendo ser oposición, y luego votaron en blanco aupando la reelección del presidente.

¿Qué se está esperando?, ¿Qué el pueblo diga basta ya, y exija reparaciones a como dé lugar? Insisto en mi aseveración de que nuestro pueblo es proverbialmente ignorante en materia cívica; pero hasta eso tiene un límite.

Esta situación trae a mi memoria la ópera Rigoletto cuya música pertenece al compositor y patriota italiano Giuseppe Verdi con el libreto de Francesco María Piave, basado en la obra teatral “Le Roi s’amuse” (El Rey se divierte) del escritor francés Víctor Hugo; su estreno fue en el Teatro La Fenice de Venecia en marzo 11 de 1851. Este melodrama en 3 actos, había sido censurado en París en razón de que trataba los actos libertinos de un rey, por lo que Verdi aceptó cambiar los nombres de los protagonistas y el lugar de los acontecimientos, siempre y cuando no se modifique el fondo del drama.

El segundo acto de la obra termina con 2 arias que, en mi opinión, pueden aplicarse a lo que está sucediendo en el país: El Conde Monterone es insultado por el Duque de Mantua y por Rigoletto –el bufón de la corte- al reclamar por la honra de su hija, y que al ser arrestado, lanza al Duque y a Rigoletto la famosa “Maledizione” (Maldición).

Por un momento imaginemos, compatriotas, al Duque representando a la partidocracia de

Alianza País; a Rigoletto representando al pueblo ecuatoriano, y a Monterone representando a la oposición:

CANTA MONTERONE:
Poiche fosti in vano da me maledetto,/…Né un fulmine e un ferro colpiva il tuo petto…/
…Felice pur anco, o duca vivrai.

CANTA RIGOLETTO:
¡No, vechio, t’inganni!…un vindice avrai

RIGOLETTO SI RIVOLGE AL DUCA:
Si, vendetta, tremenda vendetta…/Di quest’anima é solo desio/Di punirti gia l’ora s’affretta/…che fatale per te tuonera/…Come fulmin scagliato da Dio/…te culpire il buffone saprá

LA TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

(CANTA MONTERONE:
En vano te maldije,/…pues ni rayo ni espada golpearon tu pecho…/…Vivirás feliz, pues, Duque.

CANTA RIGOLETTO:
¡No, viejo, te engañas…Habrá un vengador!

RIGOLETTO SE DIRIJE AL DUQUE:
Si, venganza, terrible venganza,…/Es el único deseo de mi alma/Se acerca la hora de castigarte/…que resonará fatal para ti/…Como rayo lanzado por Dios/…el bufón sabrá golpearte).

Retomando el tema que nos ocupa, tal como sucedió con la anterior partidocracia, esta nueva va camino de sufrir la misma suerte, esto es, que el pueblo, ya cansado, “Sabrá golpearla”, como dice Rigoletto, y que lo digan quienes, en su momento, recibieron el “castigo”: Bucaram, Mahuad, Gutierrez; en el caso de este último con el concurso del mismísimo economista, actual presidente del país. Correa es presidente en razón de que el pueblo castigó, en las urnas, a los que perdieron su confianza; y también es a quien ese mismo pueblo ya le dijo, en el mes de mayo pasado con motivo de la última consulta popular: Presidente, ya no confío en usted. Nada de lo aquí expresado lo he inventado, ni siquiera son percepciones; constituyen hechos que ya pertenecen a los anales de la Patria.

¿Será que estamos ante el comienzo de la venganza de Rigoletto?, ¿Ahora sí se cumplirá? ¡AH,…LA MALEDIZIONE!