18 abril, 2024

Saturno

Saturno, dios de la mitología romana, tras derrocar a su padre, obtuvo de su hermano mayor Titán, el favor de reinar en su lugar. Titán le exigió que debía matar a toda su descendencia, para que la sucesión del trono se reservase a sus hijos. Después de perder varios hijos, su esposa salvó de tan terrible fin a Júpiter. Éste, una vez adulto, hizo la guerra a su padre, derrotándole y expulsándole del cielo.

Manuela Gallegos, ex colaboradora del régimen, convoca a la ciudadanía, a no dejarse engañar con la consulta, a defender con decisión la revolución y el proceso de participación ciudadana, a “no permitir que se devore a dos de los principales hijos de esta revolución, que son el Consejo de Participación Ciudadana y la propia Constitución”.

Con las reformas que son amañadas e inconstitucionales, en poco tiempo se anula y se echa al tacho de la basura a la propia Constitución de 2008, disminuyendo la función de Transparencia y Control Social, que fue uno de los aportes más novedosos, de la nueva estructura de organización del Estado. Si no ha funcionado, no es culpa de la Constitución, sino de quienes influyeron y manipularon el proceso, para designar, como consejeros, a personas sin mayor experiencia y con notoria escasa preparación.

“Hay dos clases de revolucionarios; los unos desean la revolución y la libertad: son los menos; los otros quieren la revolución y el poder: son la inmensa mayoría”, frase atribuida al literato, político, liberal francés, Francisco René de Chateaubriand, primero aliado de Napoleón y luego perseguido por él. También diplomático, embajador de Francia en Alemania, donde su cocinero lo hizo famoso en 1821, por la exquisita preparación del filete que lleva su nombre.

Nuestra revolución ciudadana, sus principales directivos han demostrado al país en forma evidente, en menos de dos años de aprobada su Constitución, que pertenecen más al segundo grupo de los que buscan más el poder que la propia revolución. La consulta popular es tan solo un pretexto, el objetivo último es el poder, obviamente absoluto.

Se pretende controlar todas las Cortes de Justicia, expedir nuevas leyes que faciliten la persecución política, cerrar el círculo de control de la banca y los medios de comunicación, convertir a este país en un estado policíaco, donde nadie tenga la menor garantía ni posibilidad de expresar su opinión o pensar diferente. La ley de enriquecimiento privado será un nuevo mecanismo de persecución. La prohibición de los toros está dirigida a fastidiar a un conocido banquero, al igual que si pudieran prohibir o estatizar la exportación de bananos.

Los propios hijos de la revolución, no solo la Constitución, serán devorados por ella, junto con todos aquellos que han sido obsecuentes servidores para hacer posible los propósitos y procedimientos torcidos, como lo es ciertamente, esta forma tan sui géneris y atropellada de reformar las leyes vigentes.

Tomado de Diario Hoy: http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/saturno-455673.html

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