28 marzo, 2024

Política económica del Gobierno y Seguridad Social

PRESIDENTE RAFAEL CORREA DIALOGÓ CON PRENSA

Desde el inicio de su gobierno el presidente indicó que era su estrategia causar incertidumbre y su política económica ha experimentado los problemas que esta estrategia causa. Los negocios, necesarios para el crecimiento económico de una nación y por consiguiente para la creación de empleo, florecen en ambientes donde los inversionistas conocen las reglas de juego y se sienten seguros. De lo contrario, buscan alternativas similares pero que presentan menor riesgo.

Se justificó con esta estrategia la manipulación de la información con relación al pago-no pago de los intereses de la deuda contraída con los Bonos Global y lo que aparentemente había sido un logro del Gobierno al negociar la recompra de estos bonos a un gran descuento se constituyó en un grave problema de financiamiento cuando el precio del petróleo se desplomó de $147 por barril a $33. A pesar de la recuperación del precio a niveles entre $67 y $87, la necesidad de fuentes de financiamiento continúa y se ha constituído en el principal problema de este Gobierno al no tener posibilidades de cubrir su déficit presupuestario.

Durante los años de bonanza, 2007 y 2008, en lugar de tomar precauciones el presidente no sólo gastó ingresos jamás vistos en la historia de nuestra patria sino que gastó todos los ahorros que otros gobiernos habían mantenido en fondos hasta el punto que hasta el Fondo de Ahorro y Contingencia, que era un fondo para emergencias, fue gastado.

Cuando el precio del petróleo se desplomó, el presidente inicialmente indicó que la economía del Ecuador estaba blindada para luego, al darse cuenta de su error, ofrecer sudor y lágrimas a los ciudadanos ecuatorianos, que tendrían que sufrir debido a la falta de precaución de parte del presidente y su Gobierno, que no ahorraron en el tiempo de las vacas gordas creyendo su propia propaganda de que el precio del petróleo subiría a $200 por barril.

Al no encontrar fuentes de financiamiento tradicionales debido a la falta de credibilidad que la manipulación de la deuda causó, el Gobierno se dirigió a los llamados países amigos, empezando con Venezuela, sólo para encontrar que ellos tenían sus propios problemas de dinero. Los proyectos de inversión, que con bombos y platillos habían sido anunciados tantas veces y cuyas primeras piedras habían sido puestas durante pomposas ceremonias, tuvieron que ser postergados.

Desesperadamente experimentaron conseguir financiamiento en nuevos lugares y la mirada se dirigió hacia China y lograron conseguir mil millones de dólares a 7.25% por la venta de petróleo a ser entregada en los dos años subsiguientes. A pesar de todas las justificaciones gubernamentales, esta transacción es endeudamiento puesto que el Gobierno chino cobra interés en el capital adelantado mientras que el Gobierno ya no solamente gastaba los ingresos presentes sino también los futuros.

Cuando el Gobierno, presionado por falta de dinero para cubrir sus gastos, volvió su mirada a China por financiamiento, las negociaciones no se dieron fácilmente ya que los chinos exigieron mayores garantías y el financiamiento del proyecto Coca-Codo-Sinclair inicialmente fracasó y aunque finalmente consiguió una nueva línea de financiamiento por otros mil millones de dólares el interés es alto en comparación con las fuentes de financiamiento tradicionales y nuevamente se tuvo que comprometer nuestra producción petrolera futura para el pago, confirmando a este Gobierno como despilfarrador de nuestros ahorros e ingresos presentes y futuros.

Al no ser suficiente este financiamiento, el siguiente paso fue meterle la mano al bolsillo al IESS para lo que el Gobierno tuvo que recurrir a la misma costumbre de los gobiernos anteriores, criticados por el actual, y justificarse diciendo que otros gobiernos también lo habían hecho. Entonces la obvia pregunta es: ¿Dónde está el cambio?

El presidente ha insistido durante todo el presente año que las inversiones del IESS en el Estado son de alta rentabilidad y de bajo riesgo. Si esto fuese cierto tendríamos muchos inversionistas haciendo cola para invertir en lo mismo que ha invertido el IESS pero tal cosa no sucede.

Es necesario tener presente dos principios básicos de inversiones:

1) La relación entre riesgo y rentabilidad. Mientras más alto el riesgo más alta debe ser la rentabilidad, es decir la tasa de interés. Mientras menor es el riesgo, menor el interés que se recibe. El Notario Cabrera pagaba intereses altos porque el riesgo de perder el capital era alto y efectivamente los inversionistas perdieron su capital.

Para justificar el uso de los dineros del IESS el presidente constantemente aduce que estaban ganando intereses bajos. Pero no dice que la razón es porque el riesgo de que el capital no sea devuelto es bajo y que es necesario preservar el capital cuando se trata del dinero que será destinado a pensiones jubilares, a medicinas y hospitales. Cuando se trata del dinero de los ancianos, viudas y niños huérfanos, el dinero debe estar invertido de tal manera que el capital sea devuelto y es por esa seguridad que se recibe un interés bajo.

Defendiendo las inversiones del IESS en el Estado el presidente preguntó: ¿Dónde está la alarma que usemos ese dinero en tiempo de crisis? ¿Dónde está la estafa?

La estafa está en que nadie le daría dinero prestado en las condiciones que el IESS le otorga porque justamente, como el presidente lo confirmó, el país está en crisis, por lo que el riesgo es alto y los inversionistas (o prestamistas) requieren mayores y mejores garantías de que le devolverán su dinero y también requieren un interés más alto en compensación por ese riesgo. Sin embargo el IESS recibe una tasa de interés menor que el Gobierno chino y otros acreedores, exigiendo menos garantías. Incluso, apenas recibe 5% en el caso del proyecto Pañacocha, en un país en crisis, con peligro de desdolarización y con tasa de inflación cercana al 4%.

El dinero del IESS es de los aportantes y las inversiones deben ser destinadas a favorecer a sus afiliados y no al gobierno de turno cuando está en crisis.

2) Hay que poner las inversiones en diferentes mercados, diferentes industrias y diferentes compañías (es el principio de no poner todos los huevos en la misma canasta porque si se cae la canasta se rompen todos los huevos). En otras palabras, para reducir el riesgo en inversiones hay que diversificarlas.

Al forzar al IESS a que sus dineros, en su mayoría, estén invertidos en el país no se aplica este principio y por lo tanto el riesgo de que los afiliados al IESS pierdan su capital es altísimo. Si este Gobierno fracasa, como es altamente posible ya que el mismo presidente afirma estar en crisis, el IESS fracasará y las aportaciones de los afiliados y de los más desprotegidos de la nación, los jubilados, desaparecerán o serán transformados de dólares a sucres, que serán devaluados.

El presidente transfirió el riesgo contraído por su Gobierno a los afiliados al IESS, pagándoles tasas de interés bajas en relación al riesgo contraído y las endebles garantías de pago, que no son aceptables para ninguna otra institución financiera. Pero para convencer a la nación se dedicó semana tras semana en sus cadenas sabatinas durante casi todo el presente año a defender las inversiones del IESS, tratando de desvirtuar con falacias las aseveraciones de lo contrario a lo predicado por él, igual como, a partir del 30 de Septiembre, se ha dedicado a defender su tesis de supuestos fallido golpe de Estado, secuestro e intento de magnicidio, con propaganda masiva, utilizando nuesto propio dinero.

Así dijo que el ahorro nacional debía financiar al país y no a EE.UU., refiriéndose al ahorro de los más desamparados del país como ahorro nacional, como que todo el dinero que existe en Ecuador debería estar a su disposición para gastarlo. El ahorro nacional, el dinero público o del Estado, ya había sido despilfarrado, mientras que el ahorro de los jubilados y de afiliados al IESS es ahorro privado, no público para que el gobernante de turno disponga a su gusto, y no tiene por qué financiar a nadie ya que no es función del IESS financiar proyectos del gobierno actual ni de ningún gobierno, ni nacional ni extranjero.

Preguntó: “¿Quién quebró el año pasado, acaso no fueron los grandes bancos y financieras del primer mundo que nos daban cátedra de prudencia y sin ningún impacto en la economía nacional?” Sin embargo, no todos los grandes bancos y financieras del primer mundo quebraron. En el mercado existen ganadores y perdedores y justamente por éso es fundamental entender el principio de diversificación que el presidente no aplica en el caso de las inversiones del IESS.

Dijo: “Que ese IESS financie el desarrollo nacional, no sólo al sector público sino también al sector privado. Pero ahorro, y más aún ahorro público, financiando al desarrollo nacional obteniendo mayor rentabilidad y sin riesgo o muy bajo riesgo o menor riesgo que poniéndolo afuera”. Con estas palabras dividía al mercado en dos: El mercado ecuatoriano y el mercado de “afuera”, aunque tal cosa no existe ya que el mercado de “afuera” constituye un sinnúmero de mercados a los cuales se debe apuntar precisamente para reducir el riesgo de que se pierdan los dineros de los afiliados al IESS ya que al tenerlos en un solo mercado, el ecuatoriano, el riesgo es enorme.

También expresó: “Jamás el Estado ha fallado en la deuda al IESS”. Es decir, indicaba que los gobiernos corruptos del pasado habían actuado bien con respecto al IESS a pesar de que nuestros jubilados han recibido pensiones paupérrimas. Pero en inversiones, el pasado no es un indicador del futuro. Hay que revisar las circunstancias presentes y estando en crisis y con peligro de desdolarización, el riesgo de que el Estado no pague intereses y capital es alto.

¿Para qué quiere el dinero de los afiliados al IESS? Según él, “el dinero del IESS está sirviendo para financiar nuestras hidroeléctricas, refinerías, carreteras, puertos, aeropuertos con buena rentabilidad y con bajísimo riesgo”. Pero esto es falso, el riesgo es altísimo y no es convincente que estos dineros sirvan para lo que el presidente dice cuando el gasto público es incrementado con propaganda inútil y engañosa; viajes privados con familia y comitiva; burocracia, inflada por él mismo duplicando el número de ministerios y secretarías; fiestas y celebraciones; a más del déficit fiscal y eudeudamiento.

Para defender lo indefendible, que en sus palabras no es ser sabido sino ser sinvergüenza, buscó acólitos en este vil engaño a la ciudadanía y los encontró en el Presidente del Directorio del IESS y en la Presidenta de la Comisión Técnica de Inversiones del IESS, quienes se prestaron para hacer todo lo posible en convencer a los afiliados que las inversiones realizadas por el IESS son seguras. Pero es evidente que no pueden ser inversiones seguras las que se hacen en un sólo país, por lo expuesto anteriormente como principio elemental de inversiones para lo que sólo se necesita sentido común y no ir a la universidad a obtener un título de Economista, siendo grave el pedido del presidente que le crean por ser Economista, peor aún, cuando se trata de un país en crisis y con peligro de desdolarización como el presidente y un ex-Ministro de Política Económica afirmaron respectivamente, ya que ésto lo puso al mismo nivel del Notario Cabrera y de los banqueros corruptos que ofrecían altos intereses en depósitos sin advertir al público del peligro de perder el capital invertido, como luego sucedió.

La Presidenta de esa Comisión Técnica, que desde la formación del BIESS o Banco del Afiliado ya no está a cargo de las inversiones del IESS, señaló que los bonos estatales eran una inversión segura y rentable, con base a criterios financieros y técnicos. Argumentó que si los Bonos del Estado fuesen muy riesgosos, nadie los compraría en el mercado de valores y que sin embargo, inversionistas privados también habían adquirido estos bonos, lo que demostraba que era una inversión rentable y presentó un cuadro para demostrarlo.

Aunque hubiese sido el caso que muchos inversionistas habían comprado los Bonos del Estado éso no demostraba que la inversión era rentable. Pero, fundamentalmente, luego de la revisión del cuadro se notaba que el monto de inversiones por parte de inversionistas privados era ínfimo.

De un total de inversiones de $1.126.432.000 la inversión del IESS era de $1.043.000.000 correspondiente al 92.6%. La inversión de la CFN, que es del Estado y recibe préstamos del IESS para hacer inversiones, era de $17.000.000 (1.5%). La inversión de ISSPOL, Instituto de Seguridad Social de la Policía, era de $26.300.000 (2.3%). Estas tres inversiones sumaron 96.44%.

El resto, apenas $40.132.000 (3.56%), correspondió a inversiones privadas de compañías como Multivalores, Picaval, Analytica Securities, Ecofsa, Valpacífico, Value, Ventura, Probroker y City Trading. De un total de más de mil millones de dólares apenas 40 millones fueron de inversionistas privados y casi en su totalidad ($36,300.000) invertidos a corto plazo (1 a 3 años), y solamente $3.832.000 (0.34%) a largo plazo como lo hizo el IESS.

Si los bonos hubiesen sido ofrecidos libremente en el mercado, la venta hubiese sido un fracaso rotundo y el IESS podría haberlos comprado en el mercado a un gran descuento del valor de emisión, pero como tomó estos bonos basura, bonos chatarra comedidamente, el descuento le pertenece al IESS en una clara demostración de complicidad entre los directores del IESS y este Gobierno para defraudar a los afiliados, constituyéndose en un engaño y una estafa a todo el pueblo ecuatoriano puesto que seguramente en cada familia existe por lo menos una persona afiliada al IESS, cuyo dinero fue tomado sin consideración del alto riesgo que los afiliados corren cuando el perfil de riesgo del afiliado es y debe ser bajo, así gane poco interés en las inversiones, porque el objetivo principal del manejo de los fondos del IESS no es la rentabilidad sino la preservación del capital que deberá servir en el futuro para las pensiones jubilares, medicinas y hospitales.

¿Por qué insisten en dar a los jubilados y a los forzados a renunciar, bonos en lugar de dinero en efectivo? Porque el Gobierno no tiene dinero y consume los ingresos actuales, los ingresos nacionales futuros, producto de la venta anticipada de nuestra futura producción petrolera, así como los fondos del IESS, invertidos a largo plazo en bonos que el presidente se encarga de depreciar.

Pero el presidente indicó que “los bonos son ahorro forzoso”. Los jubilados necesitan sus pensiones para vivir y el “ahorro forzoso” significa que tendrían que venderlos a un gran descuento para poder comer. Sin embargo, apareció otro apologista, el ministro de Relaciones Laborales, diciendo que son Bonos del Estado ecuatoriano, que más seguro que éso no hay, que hay que verlo como una gran oportunidad para que la gente comience a aprender sobre el manejo de bonos. En primer lugar sí hay inversiones más seguras que los bonos ecuatorianos pero lo más importante es que un jubilado al no tener otros ingresos más que su pensión jubilar está pensando en comer con ese dinero no en aprender a manejar bonos. Ramiro González, el otro acólito en este atraco a los más desposeídos, puso como ejemplo otros países tan subdesarrollados como el nuestro para justificar lo injustificable, y añadió que en otros gobiernos se hizo lo mismo, como “buena razón” para engañar a la nación.

Desesperados por conseguir dinero, han cometido graves errores. Revaloraron nuestra reserva de oro y tomaron $502 millones de los fondos en caja del Banco Central, que pertenecen a cuentaahorristas, cuentacorrientistas, afiliados al IESS. Los transfirieron al presupuesto del Estado y los gastaron, dejando al Banco Central en situación financiera precaria, sin liquidez para devolver esos dineros si los depositantes solicitan su devolución ya que esta revaloración es meramente un ejercicio contable, un incremento de precio con una ganancia en el papel ya que su valor es relativo hasta el momento en que se vendan las reservas de oro, que no se hizo. Esto será un tremendo problema cuando el precio del oro baje ya que existirá un enorme hueco monetario. Además que es peculado. Ese dinero no le pertenece al Estado ni al Gobierno para transferirlo al Presupuesto Nacional y gastarlo.

El presidente señaló su intención de pagar a los contratistas con estos bonos basura. Pero los contratistas necesitan dinero en efectivo para la operación contínua de sus negocios por lo que correrían a vender los bonos a un descuento del valor nominal, causando la depreciación de los bonos en posesión del IESS, en perjuicio de los afiliados; además que inevitablemente los contratistas pondrían sobreprecios en sus cotizaciones, para no hacer sus obras a pérdida, en perjuicio del Estado ecuatoriano.

El mismo certificó que estos bonos basura valen mucho menos, un décimo, que su valor de emisión, al decir: “Si me van a pagar diez veces más que me paguen con bonos, yo se los acepto”. Si estos bonos son tan buenos ¿por qué el presidente condiciona a que le paguen diez veces más para tomarlos en lugar de efectivo?

El presupuesto del Estado para el 2011 tiene un déficit de más de 3500 millones de dólares. Teniendo en consideración que el dinero del IESS ya ha sido tomado y que gran parte de nuestra producción petrolera ya está vendida a futuro a los chinos, el presidente ahora habla de emitir bonos internacionalmente. Los especuladores en mercados emergentes (países en desarrollo) estarían interesados en estos bonos porque pagan altos intereses debido a que el riesgo es alto. Ellos invierten a corto plazo, listos para vender sus bonos rápidamente cambiándose a otros instrumentos financieros. Estos son capitales especulativos, que así como llegan se van, capitales golondrina acerca de los cuales el presidente se ha referido despectivamente en múltiples ocasiones. Mientras tanto, los afiliados al IESS están en el largo plazo, 12 años, y durante este tiempo muchas cosas pueden fallar en un país de alto riesgo, en el que causar incertidumbre es estrategia de Gobierno, en crisis y con peligro de desdolarización.

Todos los inversionistas del mundo tratan de minimizar el riesgo en lugar de incrementarlo, especialmente si se trata de dineros que servirán para cubrir pensiones jubilares y medicinas. Los únicos que toman riesgos altos deliberadamente son los que manejan fondos destinados a especulaciones y definitivamente no son para pensiones jubilares sino específicamente para inversionistas cuyo objetivo no es la preservación del capital sino ganancias de capital rápidas y por ése motivo están presentes en los mercados de valores continuamente comprando y vendiendo. El Econ. González señaló que las decisiones tomadas fueron técnicas y habló del portafolio de inversiones del IESS. Las decisiones “técnicas” fueron, por decir lo menos, técnicamente equivocadas. ¿Cómo puede hablar de portafolio de inversiones cuando la mayoría de las inversiones están en el sector público de un sólo país? Al acumular más y más inversiones del IESS en Ecuador, el riesgo de los afiliados de perder el capital crece y crece. Los directores del IESS tomaron decisiones contrarias al principio elemental de diversificación que sirve para reducir el riesgo.

Los especuladores e instituciones financieras tienen portafolios de inversiones balanceados en mercados emergentes y en otros mercados (de países desarrollados, etc.) y si pierden invirtiendo, por ejemplo, en bonos ecuatorianos pueden recuperarse con sus inversiones en otros mercados. Las inversiones del IESS están en un sólo mercado. Si fracasa el Gobierno, fracasarán las inversiones del IESS y las pensiones de los jubilados, presentes y futuros, hospitales, atención médica, medicinas y otros beneficios desaparecerán.

El presidente llama al patriotismo diciendo que hay que invertir en el desarrollo del país, con el dinero de los más desamparados luego de haberse gastado hasta el fondo de ahorro y contingencia e ingresos petroleros futuros, pero al mismo tiempo indica que es partidario de la destrucción creativa, o sea crear caos, desbaratar nuestra economía. Esto es traición a la patria. En países desarrollados nadie aceptaría esto.

Con la manipulación de los Bonos Global el presidente favoreció a especuladores, perjudicó a nuestro país, causó daño a nuestra credibilidad, alejó a capitales de inversión porque nos ven como un Estado que no respeta leyes internacionales, manipuladores de información sensitiva. El falso patriotismo nos ha llevado a múltiples demandas internacionales que dejan al país empobrecido. La estrategia de generar incertidumbre multiplicó el efecto negativo pero el presidente insiste en hablar de destrucción, que se ve en todas partes, como la desintegración paulatina de la sociedad ecuatoriana, con ciudadanos atemorizados por el crecimiento de la delincuencia y la falta de seguridad en un país que no garantiza la protección de sus vidas, producto de erradas políticas gubernamentales relacionadas a mulas del narcotráfico liberados, libre ingreso de extranjeros sin requerimiento de visas ni revisión, que fomenta el ingreso hasta de delincuentes, pobreza, desempleo, insistencia en considerar a la delincuencia como percepción ciudadana, en lugar de aceptar la realidad, dejar de seguir culpando a gobiernos pasados, tomar medidas de emergencia y solucionar los problemas que tienen a la ciudadanía aterrorizada a la expectativa de acción gubernamental.

Como nadie toma en serio a un Gobierno de declaraciones contradictorias ahora debe importarle el riesgo-país, que mide el riesgo de no pagar, o ponerse en mora, que presentan los bonos de un estado en comparación con los Bonos de Tesorería de EE.UU. Nuestro riesgo-país es alto por lo que nuestros bonos pagan hasta 12% de interés más que los de EE.UU. Por éso abre las puertas a quienes sacó a empujones, al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional.

Pero además, el IESS no se caracteriza por dar una excelente atención a los afiliados. Está inundado de quejas no sólo de los que reciben el mal servicio sino también de los que lo dan, sin hospitales ni recursos suficientes para dar el más elemental servicio, a tal punto que los pacientes tienen que comprar su propias medicinas. Los médicos que han cumplido 70 años o más ahora se ven obligados a retirarse con la prespectiva de recibir sus pensiones jubilares con bonos basura. El aumento de las pensiones jubilares son objeto de reclamo por la falta de claridad y transparencia en el anuncio del mismo que ha llevado a interpretaciones y expectativas falsas.

La creación del BIESS da al Gobierno la oportunidad de rectificar en materia de inversiones y constituir el fin de una era de fracasos del IESS, manoseado por políticas dirigidas para solucionar temporalmente los problemas de financiamiento de gobiernos irresponsables que han convertido al Estado en un deudor moroso. Debería orientarse a optimizar las inversiones para mejorar la seguridad social de los afiliados y jubilados, garantizando pensiones y atención de salud dignas, que hoy son deficientes, pero su inversión inicial de 180 millones de dólares en Bonos del Estado es un mal presagio de que este banco no es más que la continuación de la desprestigiada Comisión Técnica de Inversiones del IESS.

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A algunos molestará que de tarde en tarde deba coincidir con las cosas que dice o hace el Rafa, como lo llamaremos confianzudamente en esta entrega dado que ha llegado una tarde de esas. Al menos así hoy puedo escribir con mas tranquilidad que en otras ocasiones, al saberme cubierto por el manto sagrado que me protegerá de los nuevos y veloces jueces compadres de los abogados del Estado.

Nuestro inefable Rafa no pierde un instante siquiera para agitar su lengua y así ponernos tinta en el tintero. Gracia a ello es que caigo en el tema, a propósito de cuando, sin pelos en la lengua, afirmó que el equipo de fútbol El Nacional quedó tri campeón y bicampeón del campeonato ecuatoriano, gracias al apoyo de las dictaduras militares.

Nadie tiene pruebas de que se compraron o no resultados. Eso jamás de lo jamases. No fue así como se dieron las cosas. Fue una cuestión de prepotencia que se sintió durante esas dictaduras que se fueron arrastrando hasta fines de los años ochenta. Prepotencia similar a la que ahora usa el Rafa para imponerse en sus rabietas. Los milicos, en ese entonces, eran un todo inmerso en todo. Las dictaduras no fueron cruentas pero sí tremendamente pasionales y clasistas. Los militares se sintieron o convencieron ser una suerte de casta social o epicentro del poder incluso democrático. Estaban omnipresente así como ahora la revolución ciudadana. Si alguien tenía la mala suerte de tener un accidente de tránsito con un militar, estaba jodido. Punto.

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  1. Sr. Sagnay, gracias por esta detallada explicacion, ya que nos permite entender detalles financieros que estan fuera de alcance para muchas personas. Por favor no deje de seguir en el esfuerzo de ilustrar a la poblacion.

  2. Debes estar tranquilo con esta contribución que le has hecho a la Patria, pues fue idea tuya y constaba en tu plan de gobierno del 2006, el crear el banco del afiliado.

  3. Conocimiento y claridad hay en este artículo que, como todos los que escribe el autor están bien sustentados y demuestran versación. Sólo quiero referirme al incremento de las pensiones que se promulgaron con carácter retro

  4. Excelente analisis de la situacion financiera a mediano y largo plazo. Los escollos pueden sobrevenir en cualquier momento y entonces se conocera la triste y amarga realidad.

  5. El futuro del Biess, no se lo ve nada halagador.
    Al paso que vamos, se va a repetir, «solo con ese banco», la crisis del 98, ya que su portafolio, lleno de bonos depreciados, pondrá en riesgo su patrimonio técnico y su capital para operar, lo cual ya lo estamos viendo actualmente con el banco central del ecuador, por mas que intenten taparlo. y el BNF?, donde regalaron la plata, y donde la cartera vencida crece peligrosamente?
    me gustaría saber, la real situacion del banco del pacifico.
    La intervención del estado, en instituciones financieras y en el IESS, colapsará en algún momento la economía, llevandonos a lo que pretende: La desdolarizacion.

    Lo que este gobierno, no sabe, es que la desdolarización, es su «espada de damocles».
    El pueblo, pese a sus bonos y mañas politiqueras, no es tonto, y no permitirá otro atraco, a traves de la desdolarización, similar al feriado bancario.
    Que nuestro «riesgo-pais» no sepa manejarlo adecuadamente este gobierno, ya es una señal de que falta un norte definido……hasta cuando tanta improvisación?.

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