18 abril, 2024

Gran Colombia: estado fallido – Primera Parte

Se suponía que la creación de la Gran Colombia sería un paso adelante: terminar con un sistema político-económico oprobioso como había sido el español y encaminar a los países miembros, por la ruta de la prosperidad. Se trataba de emular a Estados Unidos que se había independizado décadas atrás y para 1822, intrigaba a las grandes potencias europeas sobre lo bien que se manejaba siendo república democrática.

Si el índice de “estados fallidos”* se hubiera inventado entre 1822 y 1830, Gran Colombia hubiera ocupado el primer lugar. No lo afirmo, el mismo Juan José Flores lo hace cuando en comunicado a los ecuatorianos escribe lo siguiente:

“Recordad que en 1824 no vacilé en aceptar el mando del ejército de Pasto para concluir aquella guerra larga y azarosa. Recordad que en 1827 no vacilé en hacer frente con 200 infantes y 80 caballos, a los vencedores de Ayacucho, que se lanzaron contra Ecuador. Recordad que en 1829, sin línea de comunicación ni retirada, no vacilé en salir al encuentro de 9.000 invasores, vencidos en Tarqui por 1.200 soldados. Recordad que en 1830, sublevado el ejército contra la nación, no vacilé en someterle y rendirle a viva fuerza”

Sus comentarios fueron parar recordar a los ecuatorianos que él se había preocupado por el Departamento del Sur (Ecuador), pero al hacerlo, admitió que el país vivió en caos por años, con frecuentes revoluciones y guerras. En un estado de permanente conmoción era imposible generar trabajo y riqueza. Los trabajadores agrícolas eran reclutados y las tierras se quedaban sin sembrar o cosechar. Este no fue el único perjuicio que tuvo Ecuador durante los años que formó parte de Gran Colombia. Lejos de representar un paso adelante para el país, fue un notable retroceso, al Bolívar mantener el mismo status quo colonial.

Formar parte de la Gran Colombia fue perjudicial para Ecuador en todas las áreas. En lo legislativo, debido a las perjudiciales leyes promulgadas en los congresos gran colombianos. En lo político, ningún ecuatoriano ocupó cargo destacado en los gobiernos de Bolívar y Santander; no fue ministro de Estado, no ocupó cargos diplomáticos representando a la Gran Colombia en países que la habían reconocido, ni se desempeñó en niveles jerárquicos elevados en las Fuerzas Armadas. Los puestos claves en todas las instituciones públicas fueron repartidos entre colombianos y venezolanos.

El perjuicio sufrido por Guayaquil en particular y resto del país, no solamente se limitó a falta de representatividad en las instituciones políticas, diplomáticas y militares de la Gran Colombia, también los habitantes fueron mal vistos. Para Bolívar y quienes lo rodeaban, Ecuador era territorio poblado por personas sin suficiente nivel cultural que no merecían tomarse en cuenta; de cierta manera, fue colonia de los colombianos y venezolanos. Un ministro del régimen de Santander, ubicaba a los ecuatorianos en último puesto al escribir sobre el nivel de conocimientos de los países de la Gran Colombia:

’’…los granadinos tenían más luces en las ciencias exactas y los Caraqueños poseían más conocimientos de gentes y del mundo civilizado, lo que debían a la excelente posición de Caracas. Después seguía Quito’‘

El exceso de extranjeros, especialmente en las fuerzas armadas, obligó que Rocafuerte comentara a Santander en duros términos sobre el militarismo, atribuyéndolo a Bolívar; expresó su preocupación de que ese espíritu bélico estaba trayendo efectos desastrosos al país, responsabilizando a este último de haber hecho soldados a indeseables, gente criminal que estaba encarcelada:

’’…en diez años de guerra y de convulsiones políticas ellos se han elevado de rangos bajos, alcanzando altos cargos. Cuando el ejército de Colombia regresó de Perú a Nueva Granada y Venezuela, estos grandes villanos permanecieron en Ecuador…ellos han sido permanentes promotores de intranquilidad civil’‘

En lo económico, Bolívar dispuso de las recaudaciones de aduana a su antojo, como se evidencia en las numerosas cartas que él escribió dando órdenes de pago de esto y aquello. Adicionalmente existen cartas de Olmedo a Sucre, Santander y al propio Bolívar, haciéndoles conocer sobre los pagos efectuados para cubrir alimentación, uniformes, hospital de campaña, municiones, rifles, construcción de naves para trasladar desde Colombia a Guayaquil soldados que liberarían Quito. También hubo las pérdidas de los almacenes que tuvieron que cerrar en cada conato de contra revolución, como en 1827, además del malogramiento de cosechas para consumo nacional e internacional. Las enormes pérdidas del sector agrícola se estiman en más de 500,000 pesos, monto equivalente a 80% del presupuesto de la República de Ecuador en 1830.

*: El índice de “estados fallidos” sirve para identificar aquellos países que se perciben haber fallado en algunas de las condiciones y responsabilidades básicas de un gobierno soberano y medir el grado de estabilidad de los países y se basa en doce indicadores divididos en tres segmentos: social, económico y político. Los interesados pueden ingresar a:

http://www.fundforpeace.org/web/index.php?option=com_content&task=view&id=391&Itemid=549

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No hay comentarios

  1. Estimado Sr. Arosemena:

    Recuerdo leer en la biografia de Bolivar de autoria del Profesor Lynch de la Universidad de Londres, que hubo muchos impuestos y gravamenes hechos al Departamento del Sur (Ecuador), especialmente a la Provincia de Guayaquil y a la exportacion de cacao para financiar la Guerra de Independencia del Peru y Bolivia. Tambien recuerdo la mencion en el mismo libro de la pobre opinion que tenia el General Bolivar sobre los Quitenios y Limenios (refiriendose a Ecuador y Peru en esos tiempos).

    Atentamente,

    Jose X. Orellana Giler

    P.S. No creo que la opinion publica y de los niveles de mando en Colombia y Venezuela haya variado con respecto al Ecuador desde la Colonia. Lamentablemente, todavia no creo que se nos considere como iguales.

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