Vivimos un clima de abuso y temor. En cualquier noticia respecto al gobierno o quién lo preside, recibimos una andanada de prepotencia y abuso de poder. Vemos esto como un hecho común y la indolencia es nuestra respuesta frente a esta opresión.
Nos hemos convertido en oprimidos cuya displicencia es la no respuesta a este anti fenómeno gubernamental y no reaccionamos frente a la injuria proveniente del poder.
Yo soy la prueba de este abuso. En la actualidad tengo en mí contra setenta y cuatro juicios que han sido instaurados en este periodo de gobierno.Cuatrocientos cincuenta y siete millones de dólares es el monto de mis demandas.
Recuerdo con sonrisa cuando la gente y la opinión internacional se escandalizaban por que diario el universo que es una empresa grande y muy sólida, podría quebrar si tuviera que pagar los cuarenta millones de dólares por la demanda de Correa.