16 abril, 2024

¿Feliz Navidad?

Semana de navidad, semana de slogans, cliches, mensajes de paz y amor, canastas navideñas, ofertas de supermercado, abrazos hipócritas, lagrimas de amor eterno, etc. No quiero ponerme a dar consejos de espiritualidad, ni sermones, para eso están los curas y todos los que mandan los quinientos mensajes de Internet, que seguramente no los entienden pero les parecen bonitos y apropiados a la fecha.

Pienso, y este creo que es un síntoma de vejez el mirar la vida en retrospectiva; que hace algunos años, la navidad era un poco más que ir de compras o hacer regalos. Había ilusiones que cumplir, soñábamos en la bicicleta, práctico y divertido, ahora esperamos el último I-pod o el último celular en el que realmente la regalada es la compañía telefónica que cobra horrores de plata por una escasez programada del producto publicitado de tal forma que se lo sienta indispensable. Antiguamente viviamos sin celulares, sin tv cable, sin música de I-Pod y la humanidad creció de modo geométrico, así que la falta de las comodidades del mundo moderno no son obstáculos al vivir.

Hay un fenómeno cierto, este año las compras han bajado, muchas personas han limitado su nivel de gastos, lógico eso no ocurre si eres empleado del gobierno, tienes sueldo, bono, bonificación, aporte especial, regalo por arriba de la mesa y en algunos casos también por debajo de la mesa.

¿Que nos ha dejado de regalo ese niño Dios, a nombre del cual se toman qunientas mil fotos todos los embriones de gobernantes?. Una nueva constitución que en la práctica nos esta creando problemas por su incongruencia y sus vacíos. Situaciones legales que nos van causando problemas como el tema de la Ley de Minería, rechazada por los mismos ex asociados con el gobierno, en donde se nota un forcejeo por los espacios de poder, mas o menos la pelea que se da en un hogar entre marido y mujer, por ver cual de los dos manda.

Nos deja una relación internacional debilitada por las acciones no muy pensadas en contra de Colombia, de Brazil, censura en la cual no estoy muy de acuerdo, porque, si bien es cierto hay que remarcarle a Colombia que tiene que guardar sus fronteras, pero no tenemos que pelearnos con ellos al punto de dejar pasar a todo colombiano, medida reversada en estos días al exigirles nuevamente el pasado judicial, pero el daño ya esta hecho, la apertura de fronteras realizada en un momento para poder favorecer intereses de las FARC, nos dejo un resultado de delincuencia imparable, secuestros, en definitiva la impensada medida nos causo solo daño a nosotros y en lo político no le hizo un rasguño al señor Uribe, eso si tenemos guerrilleros muy agradecidos.

Con Brasil estoy de acuerdo con lo dicho por el Presidente, pero igual, el problema es con una empresa no con el gobierno, aunque a renglón seguido vimos que se siguió pagando el crédito que se dijo no pagaríamos, entonces es como otros casos de amenazas que han servido es para redireccionar los beneficiarios de obras y contratos o para cambiar los términos de dichos contratos, pero que no funciono con los brasileros que no se dejaron intimidar y no cedieron a ningún tipo de presión, pero creo que no por honestos, sino por cinicos, pensaron que como su presupuesto es tan grande como nuestra economía podían imponer las condiciones.

En el árbol también tenemos declaraciones sobre la deuda externa, con verdades de Perogrullo y la Ley de control bancario, con disposiciones justas y lógicas, unas tantas forzadas pero necesarias. Bien por este regalo, los banqueros ya han causado mucho daño y es hora de controlarlos, pero hace falta traer no solo a los banqueros que quebraron al país, sino a los funcionarios que los ayudaron, los taparon y fueron cómplices, a esos que firmaron balances y autorizaciones a dedo para ventas de activos y entrega de créditos vinculados. En el balance hay cosas buenas y malas. Es hora que la navidad sea para todos, no solo para aquellos que tienen el tiempo de pararse en una columna en el estadio o el coliseo, sino para la clase media, verdadero jamón del sánduche, todo el mundo la muerde, el empleador la explota, el gobierno la ahoga con impuestos y los depauperados la desprecian porque logro comprarse un carro modesto y adquirió una casa con pagos mensuales de por vida, esperemos que así como la patria es de todos los que estiran la mano y de los que se tomaron el poder, le llegue la navidad también a la clase media que no tiene quien le de, no cobra el bono, y por dignidad no puede hacer cola para recibir una mala canasta en un acto político disfrazado de humanitario. ¡Feliz navidad!

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