28 marzo, 2024

De la mala educación

Decía Bernard Shaw que todos tenemos una hora diaria de idiotez y que no sobrepasarse de ese tope era una demostración de sabiduría. Se creía también que todos nacemos ignorantes y vulgares por igual ( en el real sentido de la expresión) y que el tiempo se encarga de modelarnos, mejorándonos o devastándonos.

Hoy se piensa, sin embargo, que unos nacemos para ser rubios o trigueños, débiles o fuertes, valerosos o cobardes , prudentes o desorbitados : la genética molecular y el campo del genoma humano hicieron su fantástica aparición. Y que a ello se deba que seres generosamente favorecidos por una educación sobresaliente en ciertas materias, no puedan evitar ser nulos en otras.

" Lo mejor de mí mismo es el odio" , expresaba Calígula en el drama de Camus. Yo, tonto de mí, creía que el autor se desbordó en sus ficciones. Pero estaba en lo cierto. Con el tiempo he conocido personajes que hacen del odio y de su mala educación para con los demás, su más acentuada característica. Un odio genético que agudiza sus intelectos y que , de agravio en agravio, diatriba tras diatriba, produce frases ingeniosas con las que concuerda un auditorio en el que prevalecen rencores , ambiciones y prejuicios No prevén que, al fin de cuentas, la vida nos exigirá enfrentarnos a nosotros mismos para descubrir qué o quiénes fuimos o aún somos. Para saber si cumplimos con nuestro rol en la invalorable historia doméstica y familiar, o si incursionamos positivamente en el espectro público. Esta operación ética y autocrítica, sin embargo, muchas veces llega tarde para reparar fracasos personales o, lo más grave, daños a quienes nos rodean

Se acusa , de otro costado, a los medios de comunicación – y valga esta digresión trayendo a colación al blanco favorito de la iracundia presidencial – de creerse algunos de ellos clarividentes y distorsionar la verdad. Ciertamente es extraño que algunos se auto – titulen “el cuarto poder”, emulando a un representante de los medios en España y quien, petulantemente, pidió a su entrevistador del momento que le recuerde cuáles eran los otros tres poderes para poder continuar con la entrevista. Así, poco a poco la crítica periodística cedió ante la megalomanía. Las palabras y ciertos hechos se tuercen, retuercen o mutilan y quienes caen bajo el lente inquisidor de cierta prensa, terminan en inflados héroes o en deformes villanos. Y quienes creemos, por convicción personal y el simple y juicioso peso de nuestra propia edad, seguir en el cauce que creemos correcto emitiendo juicios críticos sin pretender sentenciar , señalando perspectivas sin pretender profetizar , y alertando al lector(a) sin pretender proselitismos, empezamos a asquearnos , tanto de la intemperancia, sectarismo y mala educación de quienes coyunturalmente nos gobiernan , cuanto de los devaneos diletantes o interesados de alguna prensa que a veces hace de su propia mediocridad un motivo de jactancia.

Exigido por la objetividad que disquisiciones como éstas me imponen, confieso que no se agota mi estupor ante la mala educación y torpeza gubernamentales , demostradas en el caso BNDES , un Banco estatal brasileño que otorgó el préstamo al Ecuador para la ejecución del proyecto San Francisco por parte de Odebrecht. Las buenas razones , legales y éticas, que podría tener nuestro Gobierno para impugnar las irregularidades que aquejarían al préstamo y esgrimirlas como causales para su revisión, reforma y aún su anulación, quedaron sepultadas por esa aberración pendenciera que ha venido demostrando el Gobierno del Ecuador en todas y cada una de las situaciones que pasan por sus narices. Basta mencionar a EE.UU.,Colombia, Comunidad Europea y ahora Brasil,(más de medio mundo) cuyas enemistades deseamos ganar. El denuesto, el escándalo con fines electoreros ; el prescindir de vías diplomáticas directas para buscar soluciones equitativas y justas con un país amigo como Brasil y que éste se entere por la prensa de la demanda de arbitraje en París ; el declarar que ” no se entiende” por qué Brasil mezcla lo estrictamente comercial con lo diplomático y gubernamental, admitiendo elocuentemente que el gobierno no entiende que la ira y la intemperancia, que la camorra y el enfrentamiento – consustanciales a su quehacer cotidiano – , y el odio que exuda por todos sus poros para consumo interno y externo, no son, como Calígula decía, lo mejor de sí sino lo peor que este gobierno tiene y del cual sus genes ( políticos, personales o ideológicos ,o la suma de todos ellos) serían sus responsables.

¿ Que hay una diplomacia equivocada ? ¡Pero si no hay diplomacia alguna !. Quienes laboran en temas vinculados a negocios y relaciones internacionales, sólo están para secundar maniqueamente y sin chistar cualquier eructo presidencial . Más que eso, acicateados por la iracundia de su amo (recordemos que Correa habló hasta de “estafa” brasileña ), lucen ridículos en su afán de ser aún más iracundos que aquél. Me sumo, pues, a Xavier Benedetti ,tan molesto como yo al tener que plantearnos si nuestro Presidente logrará saber, al fin, lo que es gobernar.

Artículos relacionados

Tribulaciones de los militares

Sinónimos de tribulación: preocupación, aflicción, angustia, tristeza, pena, sufrimiento, tormento, desagrado, muchos de estos sentimientos habrán percibido la mayoría de militares en servicio activo y pasivo durante el año 2015. La Ley […]

No hay comentarios

  1. lo que me pregunto es qué harían los articulistas de de esta pagina si no existiera correa….. si no fuera por este abusivo, los articulistas no tendrian inspiración ni temas interesantes para tratar…..

  2. No te pases de listo Cristóbal. No seas ingenuo y poco inteligente. Los articulistas de este periódico digital son claros y topan muchos temas de interés que son leídos por gente inteligente, aunque algunos correístas todavía no entienden el engaño populista del peor mandatario que ha tenido el Ecuador en los últimos 50 años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×