19 abril, 2024

La responsabilidad

Estoy arrepentido, si hubiera sabido no hubiera votado por Correa”, escucho decir a personas de varios niveles económico sociales, que es evidente que no participan ideológicamente de la línea socialista del presidente lo que a mi criterio significa que las personas actuaron en un momento dado por emoción antes que por pensamiento o ideología.

Es común que el elector actúe ocasionalmente motivado por emociones, esas que hacen que defina su posición frente a la urna, tomando caminos no pensados, eso es un elector inmaduro políticamente y es una persona que actúa impulsada por una emoción del momento y que no lo hace por una posición o un compromiso ideológico. Este voto es peligroso, porque es manipulable, se han manejado las emociones, sin que este elector tenga conciencia de la importancia de su acción.

Las maniobras de manipulación de emociones funcionan mejor cuando el grupo objetivo al que va dirigida la propaganda es vulnerable en alguna forma o sentido. Los grupos débiles económicamente manejan sentimientos y emociones que, al ser manipuladas desde el punto de vista de la lógica ambición del ser humano, sin hacer el distingo de la obligación de la actividad legitima, hace sentir que quien no tiene una posición económica por lo menos cómoda, no la tiene, no por no habérsela ganado, sino por que no lo dejaron ganársela, eso crea el resentimiento y promueve un revanchismo.

El problema no es haber votado por Correa, así como no fue hacerlo por Lucio, el mal esta en otra parte. La falta de sindéresis de lo ofertado con lo realizado es lo que origina y crea las reacciones, Mientras que unos presidentes, ligados a intereses de grupos hicieron baratillo de ofertas cuando candidatos, incumpliendo cuando ya fueron nombrados, situación que no admite excepción. Los de la derecha se preocuparon de hacer negocios con su grupo, los de izquierda, menosprecian a los sectores que no responden a este, pero en el trayecto para llegar prometieron ser incluyentes, cumpliéndola con los sectores afines y se olvidan que del cien por ciento de los habitantes del país, fueron elegidos por la mayoría de las minorías.

El hacer las cosas con las palabras a cuestas, esto es, cumpliendo a raja tabla lo ofertado, hasta el día de hoy no hay presidente cumplidor, es mas ninguno ha actuado con la responsabilidad que implica el cargo, y los grupos de poder que bailan y danzan a su alrededor se empeñan en hacer que ese incumplimiento sea lo mas grande posible, siempre y cuando la falla no derive en daños para su grupo político, económico o social. Realmente el cumplimiento responsable de la obligación contraída no ha existido.

Le hemos dado la oportunidad a un outsider, se le ha permitido hacer las cosas a su buen saber y entender, por mas de dos años y nos encontramos con otra vez lo mismo, con la diferencia que esta vez se ha logrando algo muy importante: la sustitución de los antiguos por los nuevos, ya eso es bastante, los negocios ya no son solo de un grupo, ahora ya son de todos los cercanos al nuevo escalón de poder. Lo malo es que siguen habiendo negocios. Las contrataciones a dedo hacen pensar que mucho se va para los dueños de parcelas específicas dentro de la gran hacienda del poder.

La entrega de cargos a personas ajenas al círculo político y económico del mandatario hace pensar que hay compromisos no publicados con sectores de la Izquierda Democrática y del Partido Roldosista, publicados con el MPD, socialistas, y antiguos representantes de la derecha disfrazados de revolucionarios, porque además la falta de pronunciamiento o la expresión de apoyo en unos casos hace pensar que dentro de poco tendremos no ya a Rodrigo Borja en Unasur, sino que volverá Bucaram, seguramente con la idea de que participe en la lucha por la alcaldía en contra de Nebot. Lo importante es ir a las urnas con la idea clara de lo que ocurre, votemos con responsabilidad para luego no decir “es que no me imagine que seria así”. Hay que pensar y analizar el presente y tomar una posición en torno al futuro visualizado y aceptar lo que venga con la fortaleza de haber decidido a conciencia y no por emociones.

Artículos relacionados

Corredores Viales (10)

Casi, sin lugar a equivocarme, el primer “corredor vial” de la ciudad de Guayaquil, es la actual Av. Olmedo. Según entendidos en el estudio de la ciudad, aquella avenida, era un gran […]

La Eutanasia (II)

En mi entrega anterior respecto a la Eutanasia, que fue publicada en Desde Mi Trinchera el 22 de marzo del 2024, expusimos una clara instrucción, impartida por quien fue  Arzobispo de Guayaquil, […]

No hay comentarios

  1. Apreciado Alberto:

    Una vez más vuelvo a ver en tus escritos esa cuota de ecuanimidad que hace falta en estos días, ese sentido común que, por las mismas razones que expones (en particular la del «elector inmaduro» políticamente), no se ve ni se nota en quienes nos leen y comentan nuestros escritos.

    Cada uno quiere que estemos de un lado o del otro; y si no criticamos a Correa o si criticamos a sus adversarios, somos correístas; si defendemos nuestros derechos como consumidores, somos comunistas; si damos la contra a alguien que está por el No, estamos a favor del Sí…

    ¡Uf! Es complicado tener una posición centrada (lo que no implica ser de centro) y no tener conflictos con los extremistas.

    Por cierto, tengo entendido que la pretensión de traer a Bucaram para que sea el contendiente de Nebot por la Alcaldía era real, pero que no pasó de un globo de ensayo para ver la reacción del país, y ya que la reacción de todos, y en particular de los movimientos «de la tendencia», no fue favorable, se descartó esa idea.

    ¡Te felicito, amigo!
    .

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×