25 abril, 2024

Violencia en la Televisión

Desde hace varios años, se viene notando que la «sociedad estética», como la calificó Fabián Corral, ha permitido que la violencia entre a sus hogares por medio de la televisión. Es por eso que, en todo este tiempo, muchos ecuatorianos, haciendo uso del sentido común, hemos estado haciendo campaña en contra de este tipo de violencia por distintos medios: cuidando en casa los programas que ven nuestros hijos, haciendo actividades de concienciación en las aulas de clase o manifestando nuestra inconformidad directamente a los medios de comunicación.

Programas muy ingeniosos y hasta graciosos, eso sí, pero no convenientes para nuestros niños, se transmiten en horarios infantiles o en los que muchos niños aún están despiertos: «Malcolm», «Padre de Familia», «La familia P-Luche», «Los Simpsons» y otros, los cuales tienen son realmente ingeniosos y hasta graciosos, pero pletóricos a la vez de diálogos con contenido sexual, explícito o implícito, con doble sentido o con una suerte de apología a la falta de ética, la inmoralidad y hasta la delincuencia; otros son simplemente violentos, como la lucha libre, algunas series japonesas o aquellos en los que uno se burla o se entretiene con los accidentes ajenos.

¡Ni qué decir de los programas de chismes («de farándula», les llaman), en pleno horario infantil!

Ciertas teorías sobre comunicación explican que sentarse ante un televisor a ver cómo la gente es agresiva consigo mismo o con los demás sirve para apaciguar esa agresividad que se represa como resultado del estrés que provoca la vida actual. Si bien estas argumentaciones tienen cierto grado de validez, no todos los programas de televisión «destilan» la violencia necesaria o conveniente para ese desahogo sedentario.

En abril del 2007, cuando sucedió lo del ataque de Cho Seung Hui en el Virginia Tech (33 muertos y al menos 15 heridos), hicimos análisis en clase con mis alumnos de secundaria y ejercicios cívicos al escribir cartas individuales y colectivas a los medios de comunicación acerca de los programas que ellos mismos, adolescentes de entre 12 y 17 años, consideraban violentos y poco recomendados. Nunca hubo respuesta alguna.

El numeral 7 del artículo 50 de la Constitución de 1998 responsabiliza al Estado por la toma de medidas que aseguren a los niños y adolescentes «Protección frente a la influencia de programas o mensajes nocivos que se difundan a través de cualquier medio, y que promuevan la violencia, la discriminación racial o de género, o la adopción de falsos valores».

En tal virtud, es obligación de los administradores del Estado aplicar estas precauciones, sin importar quiénes sean (en estos momentos, esa obligación está en manos de Correa y su gobierno, nos guste o no).

Asimismo, como padres responsables, también pretendemos que nuestros hijos menores de edad se versen un poco más en los asuntos de actualidad, así que compartimos con ellos los noticieros o los periódicos, por lo que estos programas y ediciones también deben considerar los parámetros mencionados. No es que tengan que ocultar los hechos violentos y/o delictivos, sino que las escenas que presenten deben estar dentro de parámetros no sólo éticos, sino también estéticos al ser presentadas… me refiero a ediciones realmente profesionales.

Es que no es sólo obligación del Estado ni responsabilidad de los padres, también depende de las políticas editoriales de los medios de comunicación el hacerse cargo de su cuota de respeto a las normas constitucionales y legales y convenciones sociales, y no sólo a las reglas del mercado, el cual tiene como eje principal y razón de ser al ser humano.

Ahora, ¿qué se puede hacer con programas de cable, como el tan irracional de «Jackass», que tanto gusta a los adolescentes?

Por ahí han querido cargar toda la responsabilidad a los padres de familia. Pero la sociedad actual, sus exigencias y conveniencias, ha hecho que los padres pasen menos tiempo en casa y que uno de sus ayudantes principales sea la misma televisión. ¿Cada quien tiene la libertad de escoger que programa ver?, pues díganle eso al niño cuyos padres están trabajando hasta las 5 ó 6 de la tarde, como temprano, ¿qué es lo que van a ver?, ¿Vamos con Todo, Caiga quien Caiga o telenovelas mexicanas?

Nosotros, como adultos con un supuesto criterio formado, podemos disfrutar de las críticas que a la sociedad estadounidense hacen programas como los ya citados «Malcolm», «Los Simpsons» o «Family Guy», pero nuestros hijos no están en capacidad de comprender que eso es una crítica social, sino que para ellos este tipo de comportamientos se van convirtiendo en cosas del día a día que hasta pueden ser graciosas y divertidas.

Nosotros, los consumidores, somos el público objetivo de los medios de comunicación, supuestamente somos su razón de ser, uno de los pilares en el edificio del mercado… ¿Por qué no nos dan el valor que tenemos y se nos respeta como personas y no sólo como una cifra más en el raiting?

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12 comentarios

  1. Qué profundos, y concientes son tus artículos, una diferencia radical con los de tus compañeros de página, pues viejos y jóvenes sólo preocupados del eventual ostracismo político de las supuestas élites con el triunfo y el gobierno de Correa. La situación política del Ecuador y la realidad sociológica actual, es resultado de la muy larga actividad delictiva (+ -1.700-2.006), de las élites (los gran cacao) que escriben en estas páginas. Así que, a aguantarse.

  2. Que bien estimado Mauricio que enfoques este punto tan vital en la sociedad universal. Digo universal pues no solo afecta a nuestro querido Ecuador mas a todo al mundo.
    De los paises «primer mundistas»: copiamos nuestros modelos de como la «media» conseguira un «rating» mas elevado sin importar a quien perjudicamos y en la mayoria de los casos es a nuestra niñez.
    Puedo añadir que no solo son los programas de television uno de los venenos de nuestra procreacion , aun mas son todos los juegos de video cargados de violencia increible.
    Los resultados son nefastos y los he podido comprobar en carne propia pues vivo y trabajo en el sistema escolar en USA en una escuela publica de mas de 1.200 niños, como sicologa infantil, donde combato la agresion y acoso perenne de estos pequeños que han sido envenenados por todo este bombardeo de programas de TV y video que por el mero hecho de las empresas de comunicacion de ganar dinero estan destruyendo nuestra generacion.
    Ya he tenido en mis brazos a un pequeño que fue baleado por otro en la escuela y esa experiencia no se la deseo a nadie.
    Estoy lejos del Ecuador pero al mismo cerca y me da mucha pena saber que nuestro querido pais tambien esta en la recta final de esta linea tan fina en la cual los niños no pueden diferenciar lo que es real y lo que es ficticio, y al no saberlo pueden causar los mas severos crimenes.
    Ya estos crimenes ha sucedido y tenemos que hacer campaña para que haya un pare.
    Todos unidos tenemos que decir; Basta ya la violencia!!!!!
    Al igual que diremos NO a la nueva propuesta de la constitucion, digamos NO a todo lo negativo que impartimos a nuestra juventud!!!!

  3. Qué alternativa existe en la gran mayoría de hogares ecuatorianos que no tienen acceso al cable?, a dónde los padres pueden direccionar los programas de sus hijos con canales educativos al menos mientras son niños? y cuándo entran a la adolescencia y tienen la potestad de elegir? Qué hacemos entonces? Los niños se dejan llevar fácilmente por programas educativos acordes a sus edades, dirigidos por pedagogos, analistas sociales, entre otros que los ayudan a atravesar las fronteras y enriquecerse del conocimiento, no olvidemos que el cerebro no puede dejar de trabajar y recoge y analiza todo lo que le rodea, entonces el problema es aún mayor; dado que, un niño no está en condición de analizar sino sólo de recibir toda la crónica roja, la agresividad de los ataques y contraataques en los programas denominados de farándula, en la falta de valores de las telenovelas que nos han bombardeado con peleas, infidelidades, deslealtades, traiciones de todo tipo y como comentaba maría mercedes, se van convirtiendo en esquemas normales que definen patrones de conducta en esta sociedad que no sabe dónde va a terminar?

    A mi criterio hay que exigir la eliminación total de este tipo de programas en horarios familiares, ya que lamentablemente no hay como eliminarlos definitivamente, y el gobierno en su obligación de brindar programas educativos adecuados y al no estar preparados para ello, contratar y brindar la señal abierta para todo el Ecuador por ejemplo entre otros canales de Discovery Kids y de Hystory Channel, cuya contratación anual para todo el país puede resultar más barato que mantener por un trimestre el canal estatal que no brinda más que campaña política?

    Gracias Mauricio por tu artículo y por la concienciación que espero anide en tus lectores.

    Jorge David Borja Fierro

    1. Los niños son verdaderas esponjas y sin el poder de analizar lo que ven, receptan toda información que es acumulada y procesada como «NORMAL», formando niños agresivos, con falta de valores, testigos de peleas, agresividades, infidelidades, deslealtades, haciendo de nuestra sociedad un lugar negativo que fomenta una realidad distorsionada y tóxica, en lugar de ser segura y que edifique sin destruir las mentes de quienes son el futuro de nuestro país y el mundo. Los programas de televisión son escogidos en función del rating obtenido, sinembargo no se toma en cuenta la calidad y aporte a la educación de niños, niñas y adolescentes. Ésto conlleva a una sociedad ignorante y no analítica; seguidores de la mediocridad, haciendo del Ecuador un país liderado y dirigido por la incompetencia de simples faranduleros conocidos en los medios sin quizá la instrucción necesaria y experiencia para liderar verdaderos proyectos en todo ámbito que coadyuven al crecimiento del país. Es un espiral de consecuencias que van desde la paralización del desarrollo por decisiones mal tomadas y, sobre todo, en nuestra cultura, que tiende a buscar culpables en lugar de ser responsables de los resultados… El llamado a los padres, para ser ejemplo de lo que se vé en televisión y enseñar a nuestros hijos a elegir lo que es bueno o no para ellos y, a partir de ello enseñamos a cargar con la responsabilidad y consecuencia de sus acciones y decisiones; todo ello, acorde a su edad y necesidades, fomentando el amor a la cultura, el arte, la ciencia.. y les daremos herramientas para ser más exigentes en el tema de quién lidera nuestra sociedad y así empezaremos a ampliar el horizonte de nuestros jóvenes hacia lograr un futuro mejor.

  4. Muy bien Mauricio, tienes mucha razón en tus comentarios, pero yo creo Mauricio que no toda la culpa es de la TV, o posiblemente el libre acceso al Internet sin control, ni censura.
    Mira Mauricio el problema mas grave me parece que es el quemeimportismo de muchos padres, que relegan a segundo plano a sus hijos, dandose prioridades a ellos mismos, primero yo, segundo yo y tercero yo, mira yo creo el tiempo que disponemos, bien distribuido nos basta y sobra para darles a nuestros hijos la atención, el cuidado, y el respeto que ellos se merecen.
    Como padres tenemos que entender que el tiempo transcurre, sin retorno y te cuento que lo mas me molesta, es tener que arrepentirme por algo que no hice a su debido tiempo, por eso trato de ser cada día un buen Papá, y que lindo que es ver que todo lo se ha sembrado, se ha cultivado, empieza dar unos lindos frutos.
    Bien Mauricio, me despido, hasta la proxima. chao Andres

  5. Juan Francisco:

    La preocupación por la coyuntura también necesita su espacio, y en este instante de la historia de Ecuador ese espacio merece algo más de atención. Pienso que es meritorio que, sea por la razón que sea -intereses personales, gremiales o geográficos, o en los menos de los casos real preocupación por el país-, que los ecuatorianos nos estemos preocupando por las decisiones políticas de las élites, que las hay no sólo económicas o sociales, sino también coyuntarales mismo y «socialistas» (pseudosocialistas).

    Lo malo es que, peor que lo que sucede con la Biblia y las diferentes religiones y sectas, cada grupo lleva el agua para su molino e interpreta el Proyecto según le convenga.

    Yo también tengo mi óptica y, debo decirlo, votaré No el domingo 28 de septiembre, pero no es por esos peregrinos argumentos y lugares comunes que tanto se repiten en la TV o en Internet. Trato de considerar los argumentos más técnicos, legales, constitucionales y, en última instancia, políticos para votar de tal manera; y no los prejuiciosos, ya sean religiosos o morales.

    Soy católico, mi opción política ha sido, es y siempre será la derecha… Pero no por eso voy a alinearme con quienes manipulan la «conciencia» de sus feligreses o con los adoradores del mercado y su supuesta «derecha», que no es más que afinidad económica con ciertos grupos.

    La coyuntura debe considerarse, pero hay asuntos como éste que son permanentes, pero que no conviene toparlos porque se vulneran los intereses de parientes, amigos o benefactores.

  6. Querida María Mercedes:

    A pesar de tu experiencia y de lo evidente que resulta la influencia negativa tanto de programas de televisión como de juegos de video, muchos «expertos» en televisión y en marketing tratan de menospreciar lo que no sólo profesionales como vos exponen, sino la solicitud de muchos de los televidentes que tenemos criterio propio y capacidad de discernir y reclamamos constantemente un mejor trato hacia nosotros.

    Un conocido, y para mí respetado, periodista con trayectoria respondió a un reclamo similar a este diciendo que hagamos el reclamo por los medios regulares… Es decir, no nos pueden apoyar. Luego, sacó un editorial en su programa matutino alegando que la violencia de muchos programas es buena.

    ¿Qué nos creen?
    .

  7. Don Jorge David:

    Tienes razón, debemos exigir la eliminación de programas que atenten contra el bienestar psicológico de nuestros niños en horarios familiares. Pero, ¿quién nos va a hacer caso? Vemos cómo canales como Teleamazonas, que se caracterizaba por pensar en la familia, hoy por hoy no sólo exhibe programas como el citado «Padre de Familia», a las 14h00, ¡los domingos!, sino que además se encarga de incitar a la violencia política con «comentaristas» (no me cabe otro término) como Jorge Ortiz.

    Alguien me escribió y habló de la violencia verbal de Correa. Es cierto que el Emperador también colabora con la violencia política, pero los medios de comunicación se encargan de potenciarla y de transmitirla con protervos fines.

    ¿Televisión por cable? ¿Has visto «Jack Ass», «Happy Tree Friends» o «South Park»? De esos programas se pasaban hablando mis alumnos en clase… y los dan por cable. Lo peor de todo es que la programación del cable sale del control que la sociedad puede ejercer por medio de las personas a quienes se ha delegado dicho control…

    Para cada respuesta o cada idea positiva, me sigue saliendo el mismo mensaje de error: «ERROR: No podemos solucionar su conflicto. El poder de los dueños de los medios de comunicación crea virus para contaminar su acción».
    .

  8. Andrés:

    Tienes razón: la culpa no es de la TV, sino de quienes dirigen su programación. Y también tienes razón en que la responsabilidad es compartida con los padres.

    Lo que sucede es que la sociedad actual y sus ocupaciones nos obliga muchas veces, a pesar de nuestros amor y preocupación, a delegar nuestras tareas a terceros, y esos terceros puede que se apoyen en la TV (o nosotros mismos). Conozco gente muy cercana y muy querida que no tiene capacidad de discernimiento o no ha sido formada para percibir esos quiebres morales que nos preocupan. Y es por estos casos por los que el Estado debe cumplir su deber de controlar ese negocio privado con carácter público que son los medios de comunicación y, a su vez, estos deben tomar en cuenta la responsabilidad y el compromiso social que implica su labor.

    Pero son irresponsables e inconsecuentes. ¿Qué podemos hacer?
    .

  9. Que bueno encontrar en mi correo tus mensajes. Quiero felicitar el trabajo qu estas haciendo, concientizar a la gente. No es desconocido para mi todos los temas que se enfoncan, pero lo que si es cierto que por estar tan inmersa en mi trabajo, mis hijos y mi economìa, he dejado de pensar en los mùltiples problemas y riesgos que dia a dia corremos. Gracias por permitirme hacer un alto para reflexionar. Sigue adelante…

  10. lei sus comentarios y me gustarias cual de los programas ecuatorianos atentan mas contra la practica de los valores ? no veo mucha televisio

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