20 abril, 2024

Las Preguntas de 5 millones

¿Cómo declaran que la mutualista Benalzcar tiene un hueco patrimonial de 5 millones de dólares y que la mejor salida es vendérselo al Banco Ecuatoriano de la Vivienda? Siendo el slogan de este gobierno que se iba a acabar con los salvatajes bancarios por ser inmorales. Serian tan amables de darme su opinión de si consideran inconsistentes estas dos afirmaciones.

¿Cómo puede Ecuability, la calificadora de riesgo que califico a la institución ahora en problemas, que ella no se hace responsable por la veracidad de la información porque de eso depende de los auditores de la Mutualista Benalcazar? Simultáneamente dice, que todas sus calificaciones de riesgo sobre otras instituciones si son veraces. Serian tan amables de darme su opinión de si consideran inconsistentes estas dos afirmaciones.

Porque dicen que existe un seguro de depósitos que se financia con el cobro un impuesto al sistema financiero para, entre otras cosas, pagar a todos los depositantes que tengan menos de US$12,200 en casos como este. ¿Y cuando se cae una mutualista que tiene depositantes de menos de US$12,200 que sumados no llegan a U$45 millones no sale la autoridad correspondiente a asegurar que se pagarán a esos depositantes? ¿Por qué tienen que condicionar el pago a que otra institución se haga cargo del problema? ¿Y entonces para que existe el seguro de depósitos? Serian tan amables de darme su opinión de si consideran inconsistentes estas afirmaciones.

Finalmente, si dicen que el problema de la mutualista Benalcazar ocurrió porque hay una subvaloración de sus activos, cómo es posible que esperen que el sector privado haga ofertas para adquirir la mutualista Benalcazar de aquí hasta el miércoles 14 de mayo. No creen que debería el sector privado tomar un tiempo para hacer las debidas diligencias de verificación de la información contable.

¿Esta usted de acuerdo: si o no? No deje de enviarme sus comentarios.

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Finalmente es imposible no comentar la actitud de los Vargas Llosa, padre e hijo, principalmente el primero. Es innegable que la obtención del Premio Nobel potenció grandemente la popularidad de Mario Vargas Llosa a nivel del todo el país lo cual le otorgó en este preciso momento, una aún por cuantificar pero innegable influencia a nivel de opinión pública. Bien se podría afirmar que una parte del estrecho margen con el que Humala ganó la Presidencia, se lo debe a este apoyo del inefable “escribidor”. La incongruencia aquí estriba en que luego de pasarse alrededor de 30 años promoviendo una filosofía política calificada acertadamente por un analista de muy clara visión conceptual como “liberalismo salvaje”, al final casi de su trayectoria pública venga a apoyar frontal y radicalmente a quién hasta hace muy poco se ubicaba en sus antípodas ideológicas, propugnando tesis opuestas a las de Vargas Llosa. Por cierto el escritor, en el más puro estilo del “capitán Araña”, (el que embarca a la gente y se queda en tierra), no vino al Perú a votar aduciendo un extremo cansancio generado por “la intensa labor desplegada para promover la campaña de Humala”. Parece que habló mucho por teléfono y eso le causó un agotamiento que indujo a su médico de cabecera a “recomendarle el abstenerse de volar en avión”…

Igual es el caso del hijo, el también inefable “niño Alvarito”, como lo motejó una comentarista política limeña, que luego de haber sido hace varios años coautor del célebre libro llamado “Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano”, en el que se atacaba despiadadamente a todos aquellos que profesan las ideologías afines a las que siempre ha defendido Humala, terminó al igual que su padre, apoyando a dicho candidato que ciertamente pertenece a la categoría que en su libro tan duramente criticó. Ahora se lo menciona como aspirante a la Cancillería, lo cual implicaría una serio golpe para la diplomacia peruana, asentada en el Palacio de TorreTagle, tradicionalmente manejada por auténticos profesionales de la materia lo que la llevó a ser una de las mejores del subcontinente.

Hueva-bada

Correa está usando la hueva-bada que le está cayendo encima para cubrir la denuncia hecha por diario Expreso, de los $2500 millones de dólares que se han perdido en la construcción de […]

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  1. Cualquier persona con mas de dos dedos de frente,y que no esten enamorados» del presidente Correa, se daria cuenta que esta es otra de las «inconsistencias» por no llamarlo de otra forma, de la revolucion ciudadana!
    Pero a quien acudir para que verifiquen y tomen las debidas acciones del caso para enjuiciar a los «que no sabian, y no se dieron cuenta» ….y por ultimo les roban las computadoras y la carpeta con informacion sobre la mutualista…..es extrañamente muy oportuno?¿ verdad….

  2. Estimado Francisco:

    Ciertas personas creen que al maltratar a otras, ellas se imponen.-«Estrategia de la hebilla»-.
    La superintendencia quiso justificar su trabajo. Mutualista Pichincha estaba a la mano, para el correazo.

  3. (Les comparto una carta que envié a El Comercio, y espero que seamos lo suficientemente objetivos para ver QUIÉN mismo tiene la responsabilidad EN PRIMERA INSTANCIA; el mal manejo por parte de los funcionarios de Correa viene despues).
    «¡Ven a acá, ven a acá! Por idiotas como tú es que la comunidad ecuatoriana queda mal». Con la transmisión de estas declaraciones en España, la televisión evidenció una vez más la infantil actitud de nuestro Presidente.

    No se le van a negar su formación académica, su capacidad intelectual ni su carisma con el pueblo. Pero lo que él solito se encarga de afirmar a cada momento es que esas virtudes no necesariamente van de la mano de la madurez, ni siquiera de una actitud medianamente prudente.

    Es elemental, simple y sencilla inmadurez emocional, combinada con prejuicios sociales. No hay para qué hilar más fino ni achacarle perversos diagnósticos psiquiátricos. Ya aparecerá por ahí algún alienista extenuado que proyecte sus propias psicopatías en el Mandatario.

    El sentido común clama: «¿Dónde está la persona o la institución que ponga en sus cabales a Correa?».

  4. CONFUSIÓN: Amigos, les envié el mensaje equivocado, así que aquí va el correcto: «¿Declaración juramentada?». Cuando yo entro en una oficina financiera, sí me da (o me daba) confianza observar los letreritos que exhiben la calificación de riesgo de la entidad; por lo general, esa calificación es AA+, AA- o hasta AAA+ o AAA-. Siempre supuse dicha calificación se conseguía luego de haber concretado procedimientos técnicos, como auditorias.

    Ahora, ¿qué confianza podemos tener si resulta que la calificación se basa en declaraciones juramentadas, es decir, en meros requerimientos burocráticos? Pues no queda más que concluir que, al igual que muchas instancias públicas, las calificadoras de riesgo privadas no hacen más que recibir el pago de tasas u honorarios a cambio de avales de oropel.

    Es una pena, pero bien nos hizo caer en cuenta Sebastián Hurtado que la corrupción es un mal nacional, tanto privado como público.

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