19 abril, 2024

¿A donde vamos?

A donde vamos o a donde nos quieren llevar, es la pregunta que debemos hacernos ante los cambios y eliminación de las entidades de servicio comunitario que el Gobierno revolucionario del Ec. Correa quiere realizar, para destruir el positivo trabajo realizado por las Fundaciones creadas por el Municipio de Guayaquil.

La principal critica que se genero en los medios políticos que patrocinaban el cambio y la transformación de los sistemas administrativos vigentes al inicio de este gobierno, fue principalmente contra el Congreso Nacional, integrado por una mayoría de mediocres en el campo moral y ético, sin capacidad para hacer los cambios que el país requería, por lo que se generalizo la expresión de que se vayan todos.

Su integración política, conformada por personas con habilidades muy distintas y diferentes a las características necesarias para evaluar los errores cometidos y generar los cambios requeridos, hacia imposible que el Congreso Nacional pudiera dar tramite a las ideas y planteamientos que el cambio requería, por eso se impulsa y nace la idea de convocar a una Asamblea Constituyente, para que con sumos poderes, establecidos en un reglamento, efectúe los cambios que transforme al país de las miserias, en el país de las mil maravillas.

Los candidatos primero y los elegidos luego a la Asamblea Constituyente, fueron generalmente del mismo perfil de los Legisladores del pasado Congreso Nacional, sin la preparación y conocimiento de las leyes que rigen el que hacer nacional, pues algunos ni la Constitución la han leído, pero si son capaces en deporte, en concursos de belleza, en programación de cine y televisión, con buen voto de popularidad para el apoyo electoral que requerían los lideres del cambio, es decir de similares características de los Congresistas que tanto criticaron los ideólogos de la Asamblea Constituyente. La diferencia quizás radica en que ahora una sola agrupación política tiene la mayoría absoluta, por lo tanto será fácil y quizás mas económico lograr la aprobación de lo que se deseen hacer, concordante con los pedidos del jefe del grupo que prolifera sus decisiones en cada presentación publica que realiza, amenazando que de no obedecerle, presentara su renuncia.

Por lo tanto el cambio estructural planteado, para lograr el cambio que muchos soñaron, aquel cambio que genere trabajo, que elimine la mendicidad y distribuya con equidad y justicia la riqueza nacional, no será posible, porque este cambio no se logra generando la guerra social que ya esta planteada por el Ejecutivo, una guerra de clases, engendrando el resentimiento y odio entre ecuatorianos, dividiendo el territorio nacional, para atacar a las Provincias de mayor población y de mayor desarrollo en el país. Atacando los sistemas que rompieron el caduco centralismo, la eficiencia de las autonomías cantorales, creadas como nueva forma de servicio para simplificar y reducir la permisologia que hace imposible lograr agilidad y prontitud en la ejecución de las obras de interés colectivo, sin eliminar los controles que toda entidad publica debe tener.

El sistema usado, esto es, el de las FUNDACIONES MUNICIPALES, han acelerado la realización de muchas obras publicas CANTONALES, generando el beneficio que el pueblo de Guayaquil requería, constituyéndose en un ejemplo imitado por otros Municipios del país, pues con este sistema se ha logrado agilizar la construcción de muchos servicios básicos, logrando una importante transformación en la educación, en la salud, en el deporte y en los servicios generales, levantando así la auto-estima popular y generando confianza en la obra publica municipal y creando una positiva ilusión de cambio en su futuro.

No se vislumbra un cambio positivo con la forma en que el Gobierno Central desea lograrlo, con el ataque permanente a Guayaquil, tratando de minimizar el verdadero cambio y desarrollo logrado en esta libérrima ciudad, ejemplo de pujanza y deseo de vivir mejor, constituida en ejemplo nacional y de toda América, que muchos desean imitar y que el Gobierno revolucionario quiere destruir, pero no lo lograran, pues Guayaquil ha estado y estará siempre de pie en defensa y respeto de sus intereses.

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Los análisis económicos nos revelan las cifras negativas que tiene el país en inversión extranjera, pero esto se vuelve mucho mas critico cuando dicha desmotivación contagia a la empresa privada nacional. La baja inversión viene desde hace tiempo representando un altísimo peligro para la dolarización, situación que aparentemente no preocupa al gobierno que con su visión socialista y estatista lo que le quita el sueño es la baja del precio del petróleo y la dificultad de conseguir créditos internacionales.

No hay comentarios

  1. El Sr. Correa debe haber hecho algun curso de guionista , creo que son facilmente predecibles los pasos que va a ir dando para lograr sus objetivos.
    Su estrategia se basa, en primer lugar, en lo que el considera politicamente exitoso em el Gobierno de su mentor » Chavez» en segundo lugar,en la conocida política de divide y vencerás, en tercer lugar, en el control de las fuerzas, que historicamente ,han hecho caer a los Gobiernos Ecuatoriano tales como las fuerzas armadas que han sido compradas dándoles responsabilidades en el servicio civil.
    Veo que ya se estan dando pasos, primero legales para protestar por los abusos «constitucionales» del presidente, no hay que dejar pasar uno sin protestar.
    Una de las buenas cuñas televisivas en la campaña de Correa a la presidencia, nos mostraba un ascensor, llamado congreso, del que salian los payasos, las divas y los periodistas, nada ha cambiado , arquitectonicamente, el edificio de la asamblea es un circo de una sola pista donde se filma la actuación de los asambleistas pero tras bastidores, se cierran las puertas de los cubículos de las comisiones que es donde se toman las verdaderas decisiones.
    Desde hace muchos años los paises desarrollados entendieron el nuevo rol del estado descentralizando el poder tambien hacia los gobiernos locales, podemos leer algo sobre nuevos conceptos en «La tercera ola » de Alvin Tofler.
    Disculpe que no solo me remita a comentar, pero creo compartir sus ideas y mas bien mi intención es afianzarlas

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